La detención de mafiosos es la respuesta a la violencia de Rosarno, según el ministro de Interior

  • Roma.- El ministro del Interior de Italia, Roberto Maroni, calificó hoy las detenciones de presuntos miembros del grupo mafioso de la Ndrangheta, efectuadas anoche en Rosarno, como la "mejor respuesta" que se podía dar a los "gravísimos" altercados entre inmigrantes y vecinos en dicha localidad italiana.

La detención de mafiosos es la respuesta a la violencia de Rosarno, según el ministro de Interior
La detención de mafiosos es la respuesta a la violencia de Rosarno, según el ministro de Interior

Roma.- El ministro del Interior de Italia, Roberto Maroni, calificó hoy las detenciones de presuntos miembros del grupo mafioso de la Ndrangheta, efectuadas anoche en Rosarno, como la "mejor respuesta" que se podía dar a los "gravísimos" altercados entre inmigrantes y vecinos en dicha localidad italiana.

El ministro italiano hizo estas declaraciones durante una comparecencia ante el Senado para dar cuenta de la violencia desatada desde el pasado jueves en la localidad sureña tras la agresión a dos inmigrantes que derivó en un clima de enfrentamiento entre los extranjeros y los vecinos.

Maroni comenzó su discurso con la referencia a las detenciones de esta noche en Rosarno de doce presuntos miembros del grupo mafioso calabrés por supuestos delitos de asociación mafiosa y atribución ficticia de bienes, acusaciones que fueron notificadas además a otras cinco personas que se encuentran ya en prisión.

La Policía italiana desvinculó directamente esas detenciones con los altercados producidos en Rosarno, que terminaron con una cincuentena de heridos -cuatro de ellos por arma de fuego-, pero Maroni quiso hoy traerlo a colación ante la Cámara Alta como muestra de que el Estado no cederá ante el grupo mafioso, al que algunas hipótesis señalan como principal responsable de los altercados.

"Entre los destinatarios de las medidas restrictivas notificadas en la cárcel se encuentra un destacado miembro del clan Bellocco, detenido en el transcurso de los desórdenes de Rosarno, por haber embestido a un extra-comunitario", explicó Maroni.

"Ésta es la mejor respuesta que el Estado podía dar tras los gravísimos hechos sucedidos en esa zona. Ésta es la enésima prueba de que el estado en Calabria existe y seguirá existiendo. No dará tregua a la Ndrangheta ni a ninguna otra forma de criminalidad", agregó.

Durante su comparecencia, Maroni expresó la condena de su Gobierno a "todo tipo de violencia" y explicó que la magistratura sigue estudiando la posibilidad de que la mafia local esté detrás de las agresiones a los inmigrantes para mantener su control de la agricultura de la zona, en el que los extranjeros trabajaban como jornaleros.

El ministro italiano refirió ante el Senado los "éxitos" de su Gobierno en la lucha contra la mafia y afirmó que la mejor forma de evitar situaciones como las que se han producido en Rosarno es aplicar las actuales leyes sobre inmigración que existen en Italia para luchar contra la entrada de indocumentados.

Según el titular de Interior, tiene permiso de residencia italiana la mayoría de los inmigrantes que se han visto afectados por los hechos, que tuvieron que abandonar Rosarno "de modo voluntario" hacia ciudades vecinas para evitar que se produjeran mayores altercados.

"Las operaciones de traslado de los inmigrantes se han desarrollado de forma voluntaria y sin desórdenes", comentó Maroni, quien en una entrevista el domingo aseguraba que su Gobierno no haría excepciones en la aplicación de la ley de inmigración con los indocumentados de Rosarno, que serían expulsados si no disponían de permiso de residencia o podían acogerse al derecho de asilo.

Las autoridades italianas trasladaron 748 inmigrantes de los barracones e instalaciones de fábricas abandonadas en las que malvivían a centros de acogida de las vecinas ciudades de Crotona y Bari, mientras que 330 abandonaron la localidad hacia otros lugares por sus propios medios.

"Los hechos de Rosarno evidencian las consecuencias negativas que derivan de la inmigración ilegal, que el Gobierno seguirá combatiendo sin titubear", incidió Maroni, quien recordó que en los dos últimos años se ha reducido en Italia un 90 por ciento el desembarco de indocumentados y se han repatriado a 42.000 personas.

La entrada ilegal en Italia de los inmigrantes "constituye el pretexto para la marginación y el explotación de muchos extranjeros. Y a menudo el depósito para el reclutamiento de la peonada de la criminalidad", agregó.

El titular de Interior negó que en los altercados de Rosarno haya estado involucrado ningún ciudadano egipcio, después de las duras críticas que lanzó hoy el Gobierno de Egipto por los hechos.

En un comunicado de prensa, el Ministerio de Exteriores egipcio denunciaba la "campaña de agresión" contra inmigrantes y las minorías árabes y musulmanas que, según él, se lleva a cabo en Italia y pedía al Gobierno de Silvio Berlusconi que tome medidas necesarias para la protección de estos colectivos.

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