La dimensión internacional de Muñoz Molina pesó sobre la decisión del jurado

  • La dimensión internacional de la obra de Antonio Muñoz Molina, traducida a una veintena de idiomas, pesó sobre la decisión del jurado a la hora de conceder el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013 al autor de "El invierno en Lisboa", han señalado varios miembros del tribunal.

Oviedo, 5 jun.- La dimensión internacional de la obra de Antonio Muñoz Molina, traducida a una veintena de idiomas, pesó sobre la decisión del jurado a la hora de conceder el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013 al autor de "El invierno en Lisboa", han señalado varios miembros del tribunal.

Para el presidente del jurado y director de la Real Academia Española (RAE), José Manuel Blecua, los intereses de Muñoz Molina reflejados en sus libros tienen "un valor poliédrico" que abarca desde la propia creación literaria, a la historia del arte o los problemas más acuciantes del mundo contemporáneo.

A su juicio, la capacidad del autor premiado para posicionarse ante la realidad actual "le da una dimensión internacional muy fuerte y muy grande" que se une a su importante labor de difusión de la cultura española en el mundo anglosajón durante su etapa como director del Instituto Cervantes en Nueva York.

"No es fácil encontrar intelectuales capaces de construir novelas de novecientas páginas y, a la vez, ensayos sobre la historia del arte o libros sobre los problemas del mundo actual", ha añadido.

Para el escritor Fernando Sánchez Dragó, en las deliberaciones del jurado se produjo un consenso en torno a la necesidad de "romper la racha" que había llevado a que ningún autor en lengua española fuese premiado desde hacía trece años, "lo que obedecía a la necesidad de internacionalizar el premio y darle mayor repercusión".

Según Sánchez Dragó, al margen de sus valores literarios, "que nadie va a poner en duda", Muñoz Molina era el candidato español "seguramente más conocido" fuera de España lo que, a su juicio, "ha ayudado a que la balanza se inclinara a su favor".

También el poeta y exsecretario de Estado de Cultura Luis Alberto de Cuenca ha considerado que el galardonado es uno de los autores españoles "de mayor proyección internacional" y ha logrado que su obra se "aireara" por todo el mundo fundamentalmente gracias a su publicación en inglés por editoriales muy prestigiosas.

A su juicio, trece años después de que Augusto Monterroso fuera el último autor en castellano en obtener el Príncipe de las Letras, Muñoz Molina resulta un "excelente" galardonado al tratarse de un autor "que tiene todavía una vida por delante para escribir obras aún más relevantes pero con una trayectoria suficientemente sólida".

El periodista y editor Juan Cruz ha situado al autor de "Sefarad" entre "los grandes escritores que tiene hoy el mundo y no sólo la lengua española" por su "enorme capacidad intelectual" para combinar todas las formas de la cultura gracias a su preocupación por disciplinas como el arte, la poesía o la música.

Se trata, según Cruz, de un hombre "comprometido con su tiempo" cuyo estilo narrativo "es de los más ricos y permeados por la cultura literaria" tanto en español como en cualquier otra lengua.

Para el periodista Luis María Ansón, el galardonado tiene "el reconocimiento general del mundo de las letras en España" y ha señalado que para él y para los otros dos académicos que integraban el jurado -José Manuel Blecua y Carmen Riera-, suponía un "problema" decantarse por alguno de sus compañeros en la RAE que optaban al galardón (Juan Goytisolo, Francisco Brines y Muñoz Molina).

"Sólo Muñoz Molina llegó a la final, así que ha sido fácil", ha apuntado Anson.

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