La ola de frío se suaviza poco a poco en Bélgica, pero causa tres muertos

Bruselas, 9 feb.- La ola de frío siberiano que ha congelado Europa pierde fuerza en Bélgica, donde ha causado tres muertos en las últimas 24 horas y se espera que las temperaturas superen los cero grados la próxima semana.

A lo largo de la última semana, Bélgica se ha mantenido con mínimas en torno a los 20 grados bajo cero en las Ardenas (sur del país y zona más fría) y los 15 grados bajo cero en otras poblaciones como Bruselas, mientras que las máximas se acercaban tímidamente a los 5 grados bajo cero y no superaban en ningún caso los cero grados.

Esta tendencia parece que cambiará a partir del fin de semana, cuando se superará la barrera psicológica de los cero grados, temperaturas que podrían consolidarse a partir del martes.

Tres ancianos han muerto por el frío en Flandes (mitad norte del país) debido a las bajas temperaturas y otros dos han sido salvados a tiempo de correr la misma suerte, según informa la Agencia Belga.

Uno de los fallecidos fue encontrado en su domicilio de la costa muerto por el frío, otro sufrió un desmayo cerca de su hogar y el tercero cayó en unas aguas heladas.

"Con este frío, no disponemos más que de tres minutos máximo para salvar a una persona que cae al agua", explicó la policía a Belga.

Las dos víctimas del frío que no sufrieron daños mayores -un hombre que se perdió en su coche poco antes de que éste se averiara y una anciana con demencia senil que se desorientó- fueron localizados a tiempo por los equipos de búsqueda de desaparecidos.

La poca presencia de la nieve, gracias al poco frecuente cielo despejado que cubre estos días el país, ha permitido limitar los incidentes causados por la ola de frío, que tantos problemas causó en las Navidades de 2010.

Entre las incidencias más destacadas, se cuentan retrasos y contadas interrupciones en el transporte público, así como la desviación de los recorridos de algunos trenes que conectan Bruselas con otras capitales europeas.

Como dato curioso destaca el cierre de la filmoteca de Bruselas, que posee uno de los fondos más ricos de Europa, debido a la ruptura de una tubería que se congeló, causando posteriormente la inundación de varias salas.