La política de Francia con los gitanos debe ser condenada, según Soros

  • Madrid.- El inversionista, especulador financiero y filántropo George Soros ha considerado hoy que la política de expulsiones de gitanos en Francia "debe ser condenada" y ha señalado que hay que ir al origen del problema, que es el "estereotipo hostil y desfavorable" existente sobre este colectivo.

El PP pide al Gobierno que su política de inmigración no sean buenas palabras
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Madrid.- El inversionista, especulador financiero y filántropo George Soros ha considerado hoy que la política de expulsiones de gitanos en Francia "debe ser condenada" y ha señalado que hay que ir al origen del problema, que es el "estereotipo hostil y desfavorable" existente sobre este colectivo.

En una entrevista con la Cadena Ser recogida por Efe, Soros ha explicado que muchos gitanos que tienen educación se desvinculan de su comunidad y no se les considera gitanos, pero "el estereotipo se mantiene".

Por ello, ha destacado la importancia de educar a los gitanos para que sigan formando parte de su comunidad y que aboguen por su gente, ya que, en su opinión, "deben ser ellos quienes defiendan su causa".

En España, la situación de la comunidad gitana, "lejos de ser perfecta, es mucho mejor que en el resto de Europa", ha dicho Soros, quien ha señalado que "el Gobierno español ha seguido una política más correcta y, por supuesto, la comunidad gitana está bien asentada en España".

George Soros, judío húngaro que vivió el Holocausto, ha indicado "el exterminio de los judíos por parte de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial es un caso distinto, pero los nazis también exterminaban gitanos entonces".

"Yo que fui perseguido, siento empatía por aquellos que son perseguidos y creo que la comunidad gitana lo es", ha afirmado Soros, antes de subrayar que el de los gitanos es el peor caso de exclusión social basado en cuestiones étnicas de Europa del Este.

Por ello, ha resaltado que sus fundaciones han prestado mucha atención a la educación de los niños gitanos durante los últimos treinta años y ha reconocido que hay que trabajar más "no sólo con los niños, sino también con los padres".

Ha reclamado una política coordinada de la Unión Europea, que "dispone de muchos fondos para poblaciones marginadas, pero sólo una pequeña parte de ellos son para la comunidad gitana".

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