La publicación de unas caricaturas de Mahoma en Francia reavivan la tensión

  • La publicación de unas caricaturas del profeta Mahoma en el número de hoy del semanario satírico francés "Charlie Hebdo" ha provocado un aumento de la tensión que ha llevado a París a cerrar embajadas, escuelas y centros culturales en una veintena de países por temor a represalias de los islamistas.

Luis Miguel Pascual

París, 19 sep.- La publicación de unas caricaturas del profeta Mahoma en el número de hoy del semanario satírico francés "Charlie Hebdo" ha provocado un aumento de la tensión que ha llevado a París a cerrar embajadas, escuelas y centros culturales en una veintena de países por temor a represalias de los islamistas.

La nueva polémica se produce un año después de que la redacción de la revista fuera incendiada tras publicar caricaturas de Mahoma y coincidiendo con un momento particularmente delicado en el mundo islámico, donde la difusión de la película "La inocencia de los musulmanes", que ridiculiza la figura del profeta, ha originado la reacción violenta de grupos radicales que han provocado 30 muertos.

Precisamente el temor a esos incidentes violentos ha llevado al primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, a hacer un llamamiento a la moderación.

Más tajante se ha mostrado el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, que desde El Cairo, donde se encuentra de viaje oficial, ha considerado "poco inteligente" la actitud del semanario que, en su opinión, "hecha más leña al fuego".

En las redes sociales circulan llamamientos a la manifestación en diversas ciudades del país, similares a las que agruparon a unas 250 personas el pasado fin de semana ante la embajada de Estados Unidos en París.

Desde la revista rechazan este argumento y defienden su derecho a la sátira sobre los asuntos de actualidad.

"Llevamos toda la semana hablando de las embajadas que han sido incendiadas por la difusión en internet de una película tonta ¿no tenemos derecho a tratar eso en una revista de sátira política?", afirma a Efe el redactor jefe de "Charlie Hebdo", Gérard Biard.

El periodista agrega que lo que debería haber causado la reacción de las autoridades "no es la publicación de un dibujo satírico si no las actitudes violentas que provoca".

"No hemos insultado a nadie, nuestro dibujo de portada no es denigrante. No hemos hecho llamamientos al odio racial. Hemos hecho nuestro trabajo, que es mirar la actualidad con una mirada satírica", indica.

La portada de "Charlie Hebdo" muestra a un musulmán en silla de ruedas empujado por un judío, bajo el título de "Intocables", en referencia a la película más taquillera de Francia.

En páginas interiores, los dibujos son más fuertes y aparece el profeta Mahoma desnudo y en actitudes indecorosas.

"Pero para ver esos dibujos hay que comprar la revista, que nadie me diga que se siente herido por lo que ha visto en los kioscos. Alguien que no compra 'Charlie Hebdo' no puede sentirse denigrado y quien lo compra sabe que tipo de producto está adquiriendo", asegura el redactor jefe.

El director de la revista, Stéphane Charbonnier, alias Charb, rechaza que hayan buscado la provocación para incrementar las ventas.

"Ni siquiera habíamos previsto una mayor tirada", afirma Charb, quien sin embargo reconoce que después de que los 75.000 ejemplares del semanario se agotaran hoy en los kioscos han previsto reeditar el número para el próximo viernes.

En la redacción de "Charlie Hebdo", rodeada de grandes medidas de seguridad, Biard asegura que "no es cómodo vivir permanentemente con una escolta", algo a lo que se ven obligados desde que publicaron caricaturas de Mahoma el año pasado.

"Nunca sabes si alguien te espera a la vuelta de la esquina con un cuchillo o si tu casa va a ser incendiada. Pero hacemos nuestro trabajo", señala el periodista.

El miedo no ha podido con la revista nacida en los años 60 y que ha sido cerrada en numerosas ocasiones por su irreverencia contra el poder.

"La semana que viene puede que tengamos que hablar de nosotros mismos, porque ahora mismo somos un poco el centro del mundo", dice divertido Biard.

Por el momento, la revista ha visto como su página web fue pirateada y manipulada y en la localidad de Sarcelles, en la periferia de París, con una gran concentración de población judía, una tienda "kosher" ha sido atacada.

Además, una asociación que ha querido conservar su anonimato ha presentado una denuncia por "provocación al odio" contra el semanario.

Las autoridades de todas las confesiones han condenado la publicación de las caricaturas, pero han hecho llamamientos a la calma.

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