La reina reparte piruletas, globos y pins en el día de la banderita de la cruz roja


La reina Sofía presidió hoy la mesa de cuestación instalada en la Carrera de San Jerónimo, junto a la Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados, con motivo de la Día de la Banderita de la Cruz Roja, donde repartió piruletas, globos y pegatinas a los más pequeños y pins a los adultos.
La Reina, vestida con un traje gris, llegó a las 12.10 horas y fue recibida a pie de coche por el presidente del Congreso, Jesús Posada, así como con aplausos de un público discreto y poco dado a las alharacas, situado en la acera de enfrente.
Doña Sofía fue saludando con una sonrisa a todos y cada una de las personas que se acercaron a su mesa para hacer un donativo a la Cruz Roja, entre quienes se encontraban diputados y ciudadanos anónimos de todas las edades, así como alumnos de distintos colegios.
Posteriormente, sobre las 12.32 horas, recibió la visita de su hijo, el príncipe Felipe, a quien unas espontáneas le gritaron desde la otra acera “¡Felipe guapo!”. Ambos se saludaron con un afectuoso abrazo y un par de besos.
A continuación, el príncipe Felipe, siempre sonriente, se prestó para hacerse fotos con varios grupos de ciudadanos que esperaban ilusionados inmortalizar su imagen junto con quien es el heredero de la Corona.
Tras la sesión de fotos espontánea a pie de calle, el príncipe Felipe se marchó caminando hacia la mesa de cuestación de la Cruz Roja ubicada en la Puerta del Sol y donde se encontraba su hermana, la infanta Elena.
Por la mesa de cuestación de la Reina desfilaron también los alumnos de los colegios Nuestra Señora de los Dolores, Villa de Alcorcón, Minerva, Jaby y Aristos, así como voluntarios adolescentes y de la tercera edad que hoy tratarán de recaudar donativos para la Cruz Roja.
ACOMPAÑADA
La Reina estuvo acompañada, por un lado, por miembros de la Cruz Roja y, por otro, por Montserrat Dolors (PP) y Javier Barrero (PSOE), miembros de la Mesa del Congreso de los Diputados, así como por el propio Posada.
Hoy el calor se hacía notar en Madrid, y más bajo el toldo de terciopelo rojo en el que se encontraba la Reina. La temperatura empezaba a ser algo más que cálida, hasta tal punto que hicieron llegar un par de abanicos, que vinieron muy bien, sobre todo, para quien hasta ese momento aliviaba el calor de la Reina con una hoja de papel.
Fuentes de la Cámara Baja explicaron que se trataba de la esposa del presidente del Congreso, quien estuvo pendiente en todo momento de la comodidad de la Reina.
La mañana discurrió con absoluta calma y tranquilidad, salpicada por escasos espontáneos, en su mayoría monárquicos, o al menos simpatizantes de la Familia Real. También hubo quien gritó, sin que le secundara nadie, “Por la eficiencia y la justicia social”.
Sobre las 13.20 horas llegó la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Ana Mato, y cinco minutos después la Reina abandonó la mesa de cuestación para dirigirse junto a Posada al vestíbulo de Isabel II, entrando por la Puerta de los Leones.
Una vez dentro, la Reina se dirigió junto con Posada y Mato, para departir y tomar un refrigerio, a la Salita Rosa, ubicada junto al Salón de Ministros.
La cuestación del Día de la Banderita, que se celebra desde hace más de cien años y cuenta tradicionalmente con la participación de la Familia Real, supone la mayor fuente de ingresos para que Cruz Roja Española sufrague sus proyectos solidarios.

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