Las casas de abandono en China han recibido 1.400 bebés desde su creación

  • Las casas de abandono instaladas en varias ciudades de China para acoger a los hijos de familias sin recursos han recibido 1.400 bebés desde su creación, hace tres años, informaron las autoridades.

Pekín, 25 jun.- Las casas de abandono instaladas en varias ciudades de China para acoger a los hijos de familias sin recursos han recibido 1.400 bebés desde su creación, hace tres años, informaron las autoridades.

Muchos de los menores abandonados sufren enfermedades o tienen diversos grados de minusvalía, indicó el Ministerio de Asuntos Civiles en un comunicado divulgado hoy por la prensa oficial.

La primera casa fue abierta en junio de 2011 en Shijiazhuang, la capital de Hebei, y desde entonces estas instalaciones se han visto envueltas en polémica, ya que hay voces en China que aseguran que este tipo de centros producirán un aumento en el abandono de bebés.

Según el Ministerio, sin embargo, estos centros pueden salvar la vida de bebés que antes eran abandonados en lugares sin las adecuadas condiciones higiénicas, con mayor peligro para sus vidas.

Las casas de abandono, normalmente pequeñas casetas situadas en plena calle, contienen en su interior una incubadora, una alarma que suena con varios minutos de retraso cuando alguien entra (para dar tiempo a los padres a salir sin ser vistos), además de aparatos de aire acondicionado y una cuna.

Las autoridades reconocen que las casas de abandono, aún en periodo de prueba, requieren una mejor regulación para su control y gestión, que será redactada en el futuro, según el comunicado.

Zhan Chengfu, alto cargo del Ministerio, señaló que otros países tienen también este tipo de centros, pero en China los niños abandonados suelen ser de mayor edad y citó el caso de un menor que fue abandonado en una de esas casetas con 12 años.

También es mayor en China el porcentaje de niños con padres que son dejados en las casas, ya que en otros países los bebés abandonados en centros controlados suelen ser huérfanos.

En marzo pasado, la ciudad sureña de Cantón, una de las más grandes de China, se vio obligada a cerrar temporalmente su centro de recogida de bebés ante la falta de recursos para atender al gran número de niños que recibía.

El abandono de bebés es una práctica ilegal aunque común en China, sobre todo, en grandes urbes industriales del país, donde trabajan madres solteras inmigrantes en duras condiciones laborales.

Según un estudio de las autoridades sanitarias en Cantón, uno de esos gigantescos centros industriales, alrededor de la cuarta parte de las inmigrantes han quedado embarazadas fuera del matrimonio, una situación que en China constituye delito.

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