Lech Walesa mantiene críticas contra homosexualidad y rechaza disculparse

  • El premio Nobel de la Paz y ex presidente polaco, Lech Walesa, mantiene que los homosexuales deberían sentarse "en la última fila del Parlamento" o, incluso, "detrás de un muro", y rechaza disculparse por unas afirmaciones con las que "simplemente quería explicar que las minorías no puede imponerse a las mayorías".

Varsovia, 5 mar.- El premio Nobel de la Paz y ex presidente polaco, Lech Walesa, mantiene que los homosexuales deberían sentarse "en la última fila del Parlamento" o, incluso, "detrás de un muro", y rechaza disculparse por unas afirmaciones con las que "simplemente quería explicar que las minorías no puede imponerse a las mayorías".

El político polaco, quien es considerado el héroe en la lucha contra el comunismo y símbolo de la llegada de la democracia a Polonia, no sólo mantiene sus palabras, sino que hoy publicó una carta donde se recogen los apoyos recibidos en los últimos días por ciudadanos que comparten su particular visión.

"Soy de la opinión de que los 'maricones' y las lesbianas son gente enferma por su propia voluntad, que se pervierte y a los que se les permite demostraciones públicas de su desviación", dice uno de estos mensajes de apoyo.

Con la carta publicada hoy, Lech Walesa pretende responder a la lluvia de criticas recibidas después de afirmar que los diputados homosexuales deberían sentarse en las últimas filas del Parlamento, y no pretender imponer sus posturas minoritarias frente a la mayoría de los parlamentarios.

Entre quienes han cuestionado estas duras afirmaciones se encuentra el propio hijo de Lech Walesa, el eurodiputado conservador Jaroslaw Walesa, quien calificó las palabras de su padre de "desafortunadas".

Las opiniones de Lech Walesa se refieren al intento fallido de aprobar en el Parlamento polaco una ley de parejas de hecho que contemplaba derechos para las uniones de gays y lesbianas.

La norma fue rechazada por la mayoría de los diputados, y el propio ministro polaco de Justicia afirmó tras la votación que el matrimonio entre hombre y mujer es la única institución que hay que proteger en Polonia.

Aunque el país ex comunista es uno de los más conservadores y católicos de Europa, su Parlamento cuenta con un diputado abiertamente homosexual, Robert Biedron, y una parlamentaria transexual, Anna Grodzka, ambos del partido anticlerical Movimiento Palikot.

Lech Walesa, quien tiene ocho hijos y es un reconocido católico practicante, fue el primer presidente de la Polonia democrática y sus opiniones son todavía referencia entre la sociedad polaca.

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