Leopoldo Abadía cambia de opinión: "Ahora digo no al rescate"

    • El economista acaba de publicar un nuevo libro en el que mira el panorama de crisis actual con optimismo
    • Asegura que tiene un gran confianza depositada en el 'banco malo'
Leopoldo Abadía, galardonado con el XXIV Premio Espasa
Leopoldo Abadía, galardonado con el XXIV Premio Espasa

Leopoldo Abadía es economista, ingeniero industrial y ex profesor del IESE y además explica la economía de manera sencilla y con optimismo. No en vano el título de su último libro es: El economista esperanzado. Manual de Urgencia para salir de la crisis

"Siempre hay que ser optimistas, pero con la nueva definición que, de tanto repetirla se me está quedando vieja, pero no obsoleta", afirma Abadía en su libro. "El optimismo consiste en que hay que luchar con uñas y dientes para salir adelante en una situación concreta".

Y con esa cercanía que le caracteriza nos atiende.

La pregunta es obligada: ¿Realmente hay lugar para la esperanza ahora mismo en España?

Respuesta. Mi esperanza viene de que creo que estamos yendo hacia lo que queríamos ir: Europa. Estamos en la unión monetaria desde hace años y la unión bancaria y fiscal va avanzando poco a poco. Yo tengo la impresión de que todos estos malos ratos que estamos pasando son simplemente exigencias 'para ponernos guapos' y ser más europeos todavía. Creo que estamos en el buen camino, es verdad que no es cómodo pero estamos en la buena dirección.

P. En su libro asegura que no tiene miedo al rescate ¿Ni siquiera un poquito?

R. Pues ahora me he cambiado, como pasan tantas cosas a diario... Yo decía: -¿Rescate? Ojalá. Ahora lo que digo es: -Ojalá no. No deja de ser un préstamo y si te lo dan la deuda aumenta, y entonces aumentan los intereses que hay que pagar y aumenta el déficit y a ti y a mí nos suben los impuestos.

P. Pues parece que es algo que se da ya por hecho...

R. Me parece que Rajoy está haciendo bien en esto de ponerse a lo gallego y decir: -Bueno, el rescate, pues ya veremos... Porque pienso que en realidad está diciendo: "Si con todas las medidas que estoy tomando de recortes, de aumento de impuestos y demás, los inversores que tienen que poner su dinero aquí se van fiando más de mí y me lo prestan a un interés más barato, es decir, que baja la prima de riesgo, pues igual salgo sin rescate". En la segunda edición tengo que revisar esa parte en el libro.

P. Y entonces ¿qué perspectivas hay?

R. Hay una cosa que a mí me está gustando mucho que es lo del 'banco malo' porque se va a quedar con toda la porquería que tienen los bancos y éstos quedarán sanos. Me interesa que estén sanos porque entonces, lógicamente, el crédito a las empresas normales volverá a fluir y creo que eso se va a producir muy pronto.

Además, en los bancos europeos hay una hucha que se llama "facilidad de depósito" que en el mes de junio contaba con 800.000 millones que el BCE los remunera al 0%, es decir, nada. Si alguien pudiera animar a los bancos a sacar ese dinero a la calle, yo digo que para el 31 de diciembre de 2012 el asunto se pondría mucho más bonito. Te doy una fecha, luego será horroroso si no acierto...

P. ¿Y ese "alguien" quién debería ser? ¿Quién debería decir que esos 800.000 millones tienen que salir a la calle?

R."Que no lo sé, no lo sé", afirma entre risas. "Yo creo que si hay un Banco Central Europeo que manda sobre los bancos europeos tendría que ir por ahí. Lo que está claro es que hay que animar a los bancos a que saquen ese dinero a la calle. Si en banco malo se pone a funcionar enseguida y conseguimos que se pongan esos 800.000 millones en la calle habríamos resuelto Europa, no sólo España".

P. ¿Y en qué otros aspectos podría influir el banco malo? ¿Bajarían los pisos?

R. Yo creo que los pisos van a bajar mucho todavía, no sé cuánto, pero lógicamente sí. Cuando alguien me dice si es el momento de comprar un piso ahora, yo lo que suelo decirles es que si es para vivir, pues sí. Ahora, si es para invertir te diría que no porque creo que van a bajar más.

P. Hay momento en el libro en el que dice que no sólo hay que ser honrado, sino acertar, honradamente, en las prioridades ¿Cuáles serían las nuestras?

R. Yo creo que en España sólo hay una prioridad que son los más de cinco millones de parados. Estoy convencido de que el empleo sólo lo crean las empresas y que todo lo que se haga para ayudarlas es bueno. Por eso interesa mucho que los bancos se saneen y vuelvan a hacer de banco. Si un negocio pequeñito necesita un crédito de 6.000 euros y se les facilita, estoy convencido de que continuará en marcha y contratará a una persona, y otro negocio contratará a otra persona... Y si en España hay tres millones de empresas pequeñitas, de PYMES, ¿tú te imaginas lo que pasaría si cada empresa contratase a uno?

P. Sí, el conflicto que se plantea aquí es que el saneamiento de esos bancos sale del bolsillo de todos y eso está sacando a mucha gente a la calle...

R. ¡Con razón! Volvemos al banco malo, hay que tener en cuenta dos cosas: a qué precio se compra la porquería y quién lo paga.

Cuando veo que un banco crea su propio banco malo, me parece muy bien. Ahí realmente el banco que lo ha hecho mal paga sus problemas. Cuando se hace un banco malo global y la respuesta y quien lo paga es el estado, entonces sí, lo estamos pagando tú y yo. Y tiene razón la gente cuando dice: - Cálmese, que en los tiempos buenos usted ganaba dinero y en los malos pierdo dinero yo.

P. ¿Y qué opción hay? ¿Nos tocará 'pasar por el aro'?

R. Tal y como están las cosas ahora yo tengo la sensación de que sí. Si ese banco malo es propiedad al 49% del Estado, pues pagaremos el 49% de la porquería.

P. Después de la crisis, ya sé que no hay una bola de cristal... ¿Pero cuál será el panorama?

Cuando me preguntan eso me entran ganas de decir: ¡Y yo qué sé! Antes éramos igual de pobres que ahora pero con créditos y además honradamente pensando que podíamos devolverlos. ¿Somos más pobres? No, es que simplemente nos lo habíamos creído un poco. A mí lo que me gustaría es que cuando se acabe todo esto hayamos aprendido algo.

El problema está en que todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y no vale decir: "Yo no". Tú también. Has ido en un tren que no tenía que haberse construido o has cogido un avión en un aeropuerto que no tenía que existir, con lo cual claro que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades pero sin enterarnos.

P. Usted en su libro es bastante crítico con las huelgas. ¿Cree que la que hay convocada para el próximo 14 de noviembre puede servir para algo?

R. Es una pérdida de tiempo y dinero absoluta. Los organizadores no saben por dónde van. Servirá para que los fabricantes de gorritas de los sindicatos hagan dinero y para que los fabricantes de pitos vendan más pitos pero nada más. El Gobierno yo creo que lo tiene que decir es: -Muy bien, ha habido huelga, tomo nota ¿Y después? Nada. Al día siguiente, a trabajar, a limpiar las calles que estarán sucias, y punto.

Sigue @lauralbor

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