Líbano afirma que respeta a trabajadores del hogar pese a abusos denunciados

  • El ministro libanés de Trabajo, Sejan Azi, defendió hoy el trato que se da en el Líbano a los trabajadores del hogar que son inmigrantes, algunos de los cuales sufren abusos por parte de sus empleadores, según han denunciado varias ONG, entre ellas Human Rights Watch.

Beirut, 27 jun.- El ministro libanés de Trabajo, Sejan Azi, defendió hoy el trato que se da en el Líbano a los trabajadores del hogar que son inmigrantes, algunos de los cuales sufren abusos por parte de sus empleadores, según han denunciado varias ONG, entre ellas Human Rights Watch.

"Si los trabajadores extranjeros no estuvieran a gusto trabajando en el Líbano, no vendrían, ya que nadie sale de su país para trabajar en otro lugar donde las condiciones son peores", afirmó Azi.

El ministro participó en la presentación del libro "El sistema de la 'kafala': cuando los empleadores comparten sus perspectivas", a cargo de la organización no gubernamental Insan, que pidió buscar fórmulas alternativas.

Bajo el sistema de la "kafala" o patrocinio, que está en contradicción con la legislación laboral libanesa pero que continúa aplicándose, el trabajador extranjero entra al país bajo el patrocinio de un empleador libanés, que debe depositar una suma de dinero como garantía y tiene el control completo sobre el contratado, lo que se presta muchas veces a abusos.

Según un informe publicado en febrero por la fundación Open Society, en el Líbano trabajan en el hogar unas 200.000 personas, muchas de las cuales tienen sus pasaportes confiscados por sus empleadores por el tiempo del contrato y ganan entre 100 y 500 dólares mensuales.

"Líbano tiene una ley laboral, un Ministerio de Trabajo y varios departamentos gubernamentales, y los que se sienten maltratados pueden quejarse a ellos", agregó Azi, quien dijo que hará todo lo que está a su alcance para que "los empleados domésticos obtengan sus derechos y se les trate igual que a los libaneses".

Varias ONG locales e internacionales, entre ellas Human Rights Watch, han criticado en varias ocasiones el trato al que son sometidos esos inmigrantes, algunos de los cuales han sido torturados o recibido malos tratos por parte de las fuerzas del orden libanesas.

Varios países, como Etiopía y Filipinas, han prohibido a sus ciudadanos viajar al Líbano a trabajar en los hogares ante la falta de protección legal, aunque ese fenómeno continúa por las malas condiciones de vida en esos países.

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