Liga Árabe cree que la "única vía" para la estabilidad en Libia es el diálogo

El Cairo, 5 ene.- La Liga Árabe aseguró hoy que la solución política y el diálogo es "la única vía" para zanjar la crisis en Libia y expresó su respaldo a las autoridades "legítimas" en ese país y a los esfuerzos de Naciones Unidas.

En un comunicado, el organismo panárabe pidió la reestructuración de los servicios de seguridad y del Ejército libios y la anulación de la prohibición de la exportación de armas a la fuerzas castrenses en este país.

La nota, que fue emitida después de una reunión de los delegados de los países miembros, expresa "la gran preocupación" de la Liga Árabe ante la escalada de violencia en este país y las agresiones contra las instituciones oficiales y económicas.

Para la Liga Árabe, la solución política pasa por "un diálogo nacional global y consensuado entre todas las partes que descartan la vía de la violencia, además de por el apoyo a las instituciones legítimas y el aislamiento de los grupo terroristas".

Asimismo, expresó su apoyo al Parlamento y al Gobierno provisional que, según la nota, reflejan la voluntad de los libios.

También insistió sobre "la independencia y la soberanía de Libia, y la integridad de su territorio", y se opuso a la "injerencia en sus asuntos internos".

Además, expresó su apoyo a los esfuerzos del enviado especial a Libia del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, el español Bernardino León, y del representante de la Liga Árabe en este país, Naser al Qudua, para hallar una solución a la inestabilidad política y de seguridad en este país.

Por otra parte, la organización panárabe condenó todo tipo de agresiones terroristas en el país, como el reciente asesinato de al menos tres coptos (cristianos egipcios) y el secuestro de otros trece.

La crisis libia se inició con la caída del régimen del coronel Muamar al Gadafi, en octubre de 2011, y desde entonces el país está en una espiral de violencia en la que la verdadera autoridad la ejercen las milicias de todo signo.

Actualmente el país cuenta con dos Gobiernos y dos Parlamentos -en Trípoli y en Tobruk-, que compiten por el poder, además de diferentes milicias rivales que intentan imponer su voluntad sobre el terreno por la fuerza.