Los abusos de los blancos y ricos mexicanos salen a la luz en intenet

  • El color de la piel aún coincide a menudo con las distintas clases sociales en México. Algunos abusan de ello, pero los internautas están dispuestos a sacarles los colores con vídeos como pruebas.

Ruth Samuelson, Ciudad de México | GlobalPost

Primero fueron las "Ladies de Polanco". Después llegó el "Gentleman de Las Lomas". Y hace poco se estrenó en internet "La lady de Bosques".

Todos estos títulos humorísticos llevan los nombres de barrios acaudalados de México D.F., y describen a las "estrellas" de tres vídeos diferentes subidos a YouTube en los que se muestra a ciudadanos privilegiados mexicanos regañando, golpeando, agarrando e incluso insultando a personas de menor estatus social.

Estas escenas de abuso han generado bastante controversia en el país, poniendo el acento en algo que los mexicanos rara vez admiten: racismo.

México ha evitado históricamente debatir sobre la discriminación social. Pero en la actualidad el creciente uso de las reces sociales está sirviendo para exponer un arraigado clasismo y racismo en el país.

La mayoría de los mexicanos se definen como "mestizos", una mezcla de antepasados indígenas y europeos. Al considerarse parte de una sociedad uniformemente mixta, los ciudadanos rechazaban hablar sobre diversidad, afirma Ricardo Bucio, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). "No había gente blanca, ni tampoco gente africana-mexicana", asegura.

Pero lo cierto es que la diversidad racial sí existe en México, a donde llegaron varias oleadas de inmigrantes europeos, de Oriente Medio y asiáticos.

Los colonizadores llevaron esclavos a México. Hoy en día, todavía existen más de 90 lenguas indígenas en México, que hablan alrededor de 6,7 millones de personas. Dentro de ese grupo, 1,1 millones no hablan español, según el Instituto Nacional de la Mujer. México tiene en torno a 112 millones de habitantes.

Pero aún así la "blancura" todavía suele ser sinónimo de poder y dinero en México, tal y como ocurre en buena parte del continente americano. Los mexicanos con aspecto indígena y más pobres a menudo sufren abusos raciales, se hable de ello en público o no.

En uno de los famosos ataques difundidos por YouTube el empresario Miguel Sacal Smeke, conocido como el "Gentleman de Las Lomas", llamó a un aparcacoches "pinche indio" y "pinche gato", entendido como sinónimo de pobre y paleto.

¿El supuesto delito del hombre? Se negó a dejar su puesto en una zona de recepción para ayudar a Sacal Smeke a encontrar una herramienta para el coche.

El abuso producido en el lugar de trabajo no sorprende a Blanca Velázquez, que ayuda a las mujeres indígenas de las zonas rurales que acuden a Puebla para trabajar en las fábricas de repuestos de automóviles. "Si las mujeres son muy bajas, son discriminadas, les toman el pelo y se ríen de ellas. O si son de piel oscura", dice.

La riqueza "provoca la mayor división" entre los mexicanos, según una encuesta de Conapred de 2010. Casi el 60 por ciento de quienes contestaron dijeron que genera "una gran" división, más que la religión, la educación, la preferencia sexual y otras diferencias.

La desigualdad es especialmente llamativa en México, en donde el salario mínimo es de entre 4 y 5 dólares diarios y donde vive el multimillonario Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, según la revista Forbes.

Pero a medida que México se moderniza y su clase media se expande, el uso de internet también se dispara. Entre enero y mediados de noviembre de 2011 la audiencia de vídeos online ha crecido un 17 por ciento, según ComScore, una empresa de análisis de tendencias en internet. ComScore también sostiene que México lidera el consumo de vídeos on line en América Latina.

En cuanto los vídeos fueron subidos a YouTube no sólo se extendieron rápidamente por internet, sino que se convirtieron en noticia en la prensa y en la televisión nacional.

El primer vídeo, "Ladies de Polanco", muestra a dos mujeres (una ex reina de la belleza y una ex estrella de la televisión) regañando y empujando a un agente de policía. Una de ellas le llama "pinche esclavo asalariado".

Y en el último vídeo polémico, una mujer en un local nocturno de Bosques empuja y grita a los empleados y amenaza con enviarles a la cárcel por que no puede encontrar su cartera.

La impunidad es normal, hagan lo que hagan los empleados frente a los maltratos, dicen los expertos consultados.

"Se sienten desprotegidos por la ley, y aceptan que lo que manda es el poder y el dinero en la jerarquía social", asegura José Antonio Crespo Mendoza, historiador de la Universidad CIDE de México. En ese caso "la escena fue grabada. ¿Cuántas otras suceden a diario y no se divulgan?", se pregunta.

Muchos temen represalias por enfrentarse a sus jefes, asegura Valeria Scorza, vice directora del Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, una ONG con sede en D.F. "Los casos laborales pueden tardar dos años en llegar a juicio".

Mientras tanto, uno tiene que trabajar. A veces hemos visto que si el denunciante trabaja en un sector determinado lo que hacen es incluir al 'trabajador problemático' en una lista negra", explica.

Sacal Smeke se ha enfrentado no obstante a serias consecuencias por su reacción. Después de la difusión del vídeo en internet envió un comunicado de prensa asegurando que estaba bajo tratamiento y "bajo mucha presión", aunque reconoce que eso no justifica sus acciones.

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