El dato es un doble hito porque cumple con las medidas de restricción del gobernador Jerry Brown para reducir el gasto un 25% y porque los ciudadanos pudieron modificar sus hábitos en un mes de extremo calor.
La directora del ente que controla el agua en California (State Water Resources Control Board), Felicia Marcus, destacó en una nota que los residentes "han entendido la gravedad de la sequía", que ya dura cuatro años, por lo que "están tomando acciones".
"Es la actitud correcta porque encaramos el calor de agosto y septiembre (del verano boreal), en la sequía más importante del siglo", precisó.
La dura situación que atraviesa esta región del oeste estadounidense, y que ha afectado principalmente a la agricultura, obligó al gobernador a instaurar en abril restricciones para conservar el agua por primera vez en la historia del estado.
Los 38 millones de habitantes de California tienen prohibido regar jardines con agua potable sin un sistema de riego por goteo, lo que ha dejado secos y marchitos muchos jardines.
Los cementerios, campos de golf, campus universitarios y otras instalaciones con grandes superficies verdes también han debido rebajar la irrigación.
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