Los "conguitos" y "lacasitos" entran en la lista verde de Greenpeace

  • Según información de Greenpeace, más del 10 por ciento de los alimentos industriales contiene algún derivado de origen transgénico.
EFE

Los conocidos dulces como los populares"Conguitos" y "Lacasitos" han pasado a la lista verde de Greenpeace, una relación de productos y empresas que certifican que no han sido elaborados con componentes de origen transgénico.

"Hemos estado más de 5 años solicitando un certificado a Lacasa para comprobar que no utilizan este tipo de ingredientes en sus productos, pero hasta ahora, no se habían comprometido a entregarnos esa información", ha explicado el presidente de la campaña de transgénicos de Greenpeace, Juan Felipe Carrasco.

Desde el inicio de la Guía, en 2002, Greenpeace se puso en contacto con numerosas compañías de alimentación para recabar datos sobre ingredientes que proceden directamente de productos transgénicos.

Según información de Greenpeace, más del 10 por ciento de los alimentos industriales contiene algún derivado de origen transgénico.

"No es el maíz que compramos en latitas", afirma Carrasco, "normalmente encontramos elementos transgénicos en ingredientes de otros productos como la lecitina de soja, las dextrosas o las proteínas de maíz".

Por ello, desde la organización insiste en la importancia de realizar una lista, de la que ahora salen los populares lacasitos, que permita al consumidor conocer qué productos compra.

El representante de la organización asegura que en estos momentos, la Guía Roja y Verde de Transgénicos se encuentra cada vez más equilibrada ya que "muchas empresas han accedido a mandarnos los datos".

Sin embargo, relata Carrasco que hay grandes multinacionales que "se niegan en rotundo" a facilitar a Greenpeace esos certificados.

En muchas ocasiones, las compañías se niegan a compartir la información argumentando que ya está explicada en los etiquetados. Para los ecologistas existe "un vacío legal" porque las empresas no están obligadas a reflejar el uso de ingredientes modificados genéticamente si éstos no pasan del 0,9 por ciento.

Sin embargo, el representante de Greenpeace añade que el problema "no es de las empresas, sino burocrático". "En España la administración no ha puesto ningún mecanismo para seguir los transgénicos del campo al plato".

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