Los conservadores bávaros abandonan su idea de imponer el alemán en casa

  • La Unión Socialcristiana (CSU), hermanada con el partido de la canciller alemana, Angela Merkel, abandonó hoy su controvertida propuesta de obligar a los extranjeros a hablar alemán dentro de casa y, ante las críticas recibidas, apostó únicamente por motivar el uso de este idioma "en el día a día".

Berlín, 8 dic.- La Unión Socialcristiana (CSU), hermanada con el partido de la canciller alemana, Angela Merkel, abandonó hoy su controvertida propuesta de obligar a los extranjeros a hablar alemán dentro de casa y, ante las críticas recibidas, apostó únicamente por motivar el uso de este idioma "en el día a día".

"Quien quiera vivir aquí de forma permanente, debe ser motivado a utilizar el alemán en el día a día", reza ahora la propuesta que los socialcristianos debatirán este fin de semana en su congreso anual, y que inicialmente pretendía imponer el uso del idioma no sólo en los espacios públicos, sino también en el hogar.

En Colonia, junto antes del inicio del congreso de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en la que Merkel será reelegida líder del partido, la canciller hizo referencia hoy a la propuesta de sus socios bávaros y defendió las "ventajas" del bilingüismo.

"El buen conocimiento del alemán forma parte de la integración", declaró la canciller, quien consideró que, "no obstante, no tiene nada de equivocado que los niños crezcan por ejemplo con dos idiomas y tengan que aprender una lengua extranjera menos".

Ante el aluvión de críticas recibidas tras conocerse ayer su iniciativa, los propios socialcristianos bávaros, socios de la coalición de Gobierno, reconocieron la necesidad de reformular su propuesta, a pesar de considerarla correcta en su esencia.

"Cada uno debe poder hablar en casa como le parezca", asumió el vicepresidente de la CSU, Peter Gauweiler.

La presidenta del grupo parlamentario de la CSU, Gerda Hasselfeldt, también había admitido que era necesario "pensar todavía un poco" sobre esa idea, aunque recalcó que era "indiscutible que la lengua es lo más importante para la integración".

Según explicó, con su propuesta la CSU pretendía más bien abrir un debate público, aunque "no todo lo deseable debe derivar en una ley con exigencias y controles".

Con claras divisiones en el seno del partido, la mayoría de los dirigentes que hoy tomaron la palabra ante los medios se centraron en subrayar que el idioma es la clave para la integración.

Por su parte, el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, se sumó a las críticas expresadas por compañeros de su formación, socio también en la gran coalición, y consideró que la propuesta era un ejemplo "extremo de confusión política a la que no llegaría un socialdemócrata".

Alrededor de un 20 % de la población residente en Alemania tiene "raíces extranjeras", lo que significa que ellos o sus progenitores proceden de otro país.

La controversia sobre la imposición del uso del alemán coincide con el debate que vive Alemania sobre cómo gestionar el elevado número de solicitudes de asilo que se registran en el país y que siguen en aumento.

Sólo en noviembre alrededor de 22.000 personas solicitaron asilo en Alemania, un 56 % más que en el mismo mes del año pasado, según informó hoy el Ministerio del Interior.

En lo que va de año, la cifra de peticiones de asilo asciende a casi 181.500, un 57 % más que en el mismo periodo de 2013, y se prevé que el número de solicitudes sume hasta finales del 2014 las 200.000, frente a las 127.000 del año pasado.

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