Los homenajes a Goulart fortalecen la democracia brasileña, dice Rousseff

  • La recepción hoy en Brasilia de los restos mortales del expresidente brasileño Joao Goulart con honores militares fúnebres propios para un jefe de Estado fortalece la democracia del país, dijo la actual mandataria, Dilma Rousseff.

Brasilia, 14 nov.- La recepción hoy en Brasilia de los restos mortales del expresidente brasileño Joao Goulart con honores militares fúnebres propios para un jefe de Estado fortalece la democracia del país, dijo la actual mandataria, Dilma Rousseff.

"Esta ceremonia que el Estado brasileño promueve hoy con la memoria de Joao Goulart es una afirmación de nuestra democracia. Una democracia que se consolida con este gesto histórico", aseguró la presidenta en su cuenta en Twitter.

La mandataria se refirió al homenaje en la red social desde la Base Aérea de Brasilia, donde los restos mortales fueron recibidos este jueves tras su exhumación la víspera en el cementerio municipal de Sao Borja en un procedimiento para intentar establecer si el ex jefe de Estado fue víctima de la Operación Cóndor.

Goulart, derrocado por el golpe militar de 1964, murió en el exilio en Argentina en 1976 y su cadáver fue repatriado y sepultado sin homenajes en Sao Borja, su ciudad natal, por determinación del régimen militar que aún gobernaba el país.

Los honores militares de este jueves en una ceremonia que también contó con la participación de los expresidentes José Sarney, Fernando Collor y Luiz Inácio Lula da Silva tiene por objetivo reparar el hecho de que Goulart era hasta ahora el único presidente brasileño sepultado sin tal homenaje.

"Este es un gesto del Estado brasileño para homenajear al expresidente Joao Goulart y su memoria", aseguró Rousseff, quien dijo estar viviendo "un día de encuentro de Brasil con su historia".

Rousseff recordó que Goulart fue el único jefe de Estado de Brasil que murió en el exilio y que no contó en la época de su fallecimiento con "el ritual concedido a todos los jefes de la Nación".

Igualmente destacó que el expresidente murió "en circunstancias aún no aclaradas por exámenes periciales".

La exhumación fue precisamente ordenada por la justicia para la realización de exámenes que permitan establecer si Goulart murió de un ataque cardíaco, como fue informado hace 37 años, o si fue envenenado como parte de la Operación Cóndor.

Goulart, conocido popularmente como "Jango" y considerado un líder progresista simpatizante de las izquierdas de los años 60, murió en diciembre de 1976 en un hotel de la localidad argentina de Mercedes supuestamente víctima de un ataque cardíaco, según consta en un certificado de óbito expedido sin la respectiva autopsia.

Esa versión fue desmentida hace cinco años por un exmiembro del servicio secreto uruguayo, que aseguró que Goulart fue envenenado por agentes de varios países en el marco de la Operación Cóndor.

Otros testimonios de exagentes de organismos de inteligencia de países de la región también sustentan la hipótesis de que Jango fue envenenado como parte del plan coordinado por los regímenes militares del Cono Sur en los años 70 y 80 para eliminar opositores.

Esos testimonios y una petición de la familia, que desde siempre sospecha del envenenamiento, obligaron a la Fiscalía brasileña a abrir una investigación en 2007 para determinar las causas de la muerte y a solicitar la exhumación del cadáver.

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