Los manteros invaden las zonas turísticas

  • La venta ambulante ilegal se ha multiplicado este año en las principales zonas turísticas españolas, donde improvisados "tenderos" muestran a los turistas su mercancía falsificada a precio de saldo, en detrimento del comercio local.

Madrid, 23 ago.- La venta ambulante ilegal se ha multiplicado este año en las principales zonas turísticas españolas, donde improvisados "tenderos" muestran a los turistas su mercancía falsificada a precio de saldo, en detrimento del comercio local.

Baleares, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Madrid o Andalucía son algunas de las zonas que más sufren este comercio ilegal, en el que normalmente inmigrantes "sin papeles" disponen sus mantas ofreciendo atractivos precios por productos que imitan a los originales.

Hace unos años los discos "pirata" de música monopolizaban los peculiares expositores a ras de suelo de los manteros, pero en la actualidad la oferta es mucho más variada y no es extraño encontrar bolsos de marca, gafas de sol, ropa deportiva, camisetas de fútbol o incluso bisutería.

En Baleares son buenos conocedores de esta situación y allí Gabriel Barceló, presidente de la Asociación Plataforma de Vecinos y Comerciantes de la Playa de la Palma (Palma de Mallorca), ha llegado a contar "hasta 70 vendedores, uno al lado del otro", en la calle del Jamón, una de las más frecuentadas por los turistas en la isla.

El presidente calcula que en toda la Playa de Palma podrían actuar alrededor de 700 de estos vendedores ambulantes, con los consiguientes inconvenientes para los vendedores locales.

"El problema es que la venta ambulante está masificada", sostiene Barceló, quien reclama más contundencia, nuevas alternativas legales y más presencia policial para combatir este problema.

Si la situación en Baleares no es buena, al sur de la península, en Málaga, el problema también está muy presente.

Allí, la asociación de kioscos heladeros asegura que cada año sus asociados despachan "un 60 % menos" por culpa de vendedores ambulantes de latas de refresco.

Pero sólo en el litoral malagueño está afectado por la actividad de los manteros, sino que en las playas de Zahara, Zahora o Caños de Meca en Barbate (Cádiz) la venta itinerante sin licencia de ropa, complementos, bisutería o refrescos, también preocupa a comerciantes e instituciones.

"Normalmente son personas necesitadas que recurren a este tipo de venta para subsistir", reconoce María Doles Baro, delegada de Turismo, Comercio y Playas de Barbate, quien lamenta que sea tan "complicado" coger a estos vendedores ya que, como explica, huyen rápidamente de la Policía y establecen rutinas para dejar la mercancía a otros conocidos en caso de ser atrapados.

Además de representar una fuerte competencia para las tiendas convencionales, el "top manta" cada vez genera mayores problemas para la Policía.

Este es el caso de la Comunidad Valenciana, donde los manteros protagonizan a diario persecuciones y detenciones con la Policía, según ha resaltado Manuel Sánchez, presidente del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (Spplb) a Efe.

El altercado más grave se produjo a final de julio en Peñíscola (Castellón), cuando dos agentes municipales resultaron heridos de gravedad al ser golpeados por un par de vendedores.

"Fue durante una de las identificaciones rutinarias, cuando uno de los manteros le sustrajo la defensa a un agente y se lió a porrazos con él y, pese a que llevaba el casco, las lesiones fueron muy graves. Uno de ellos estuvo un día ingresado", han explicado las fuentes, que han señalado que ambos ya se han reincorporado.

Cataluña, por su parte, tampoco se libra de estos vendedores ambulantes y en el último mes se ha detenido al menos a 14 personas en diferentes puntos de la provincia de Tarragona, dedicadas a esta actividad.

La venta ilegal aumenta, los incidentes se repiten en diferentes puntos de la península y al temor de los manteros a ser arrestados por la Policía se suma el planteamiento de reforma del Código Penal que elevaría de falta a delito la venta ambulante, lo que ha sido motivo de varias manifestaciones en Madrid -capital turística por excelencia- este año por parte de colectivos de inmigrantes.

Aseguran que en caso de aprobarse la reforma podrían incurrir en delitos contra la propiedad intelectual y la producción industrial y ser condenados con penas de cárcel de entre seis meses y dos años, reduciendo así a los inmigrantes la opción de vivir en España en la legalidad.

De una forma u otra, el "top manta" sigue muy presente en los epicentros turísticos de nuestro país que cada verano, además de recibir a miles de visitantes, también acogen a cientos de manteros que intentan buscarse la vida detrás de su particular "expositor".

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