Los padres de alumnos de Lleida acampan en cuatro colegios contra los recortes educativos

Padres alumnos de cuatro colegios de Lleida --Sant Jordi, Països Catalans, Ciutat Jardí y Espiga--, han acampado este jueves en los centros en los que estudian sus hijos contra los recortes educativos, una iniciativa que se enmarca en una campaña de protestas a la que, con distintas acciones, se han sumado una veintena de asociaciones de padres y madres (Ampas).

Su intención es pasar la noche en tiendas de campaña distribuidas entre el patio y el gimnasio y finalizar la protesta alrededor de las nueve de la mañana de este viernes, cuando comience la jornada escolar de sus hijos.

La idea surgió de la Ampa del colegio Sant Jordi hace diez días, según han explicado a Europa Press dos de los impulsores, Carles València y Enric Blasi.

A la protesta, sin acampada pero sí con otras actuaciones, como conferencias, conciertos y debates, se han sumado los centros Alba, Escola Bressol Secà San Pere, Creu del Batlle, Parc de l'Aigua, Joc de la Bola, Pràctiques I, Pinyana, La Mitjana, Parc del Saladar (Alcarràs), Escola Sant Salvador (Albatàrrec) Josep Lladonosa, Camps Elisis, Riu Segre, Pardinyes, IES Els Planells (Artesa de Segre) y la Escola Bressol Cappont, además de algunos estudiantes de la Universitat de Lleida, según la plataforma que los agrupa.

"Que quiten maestros y que aumente la ratio es algo que une a personas de derechas y de izquierdas. A nosotros mismos nos ha sorprendido la fuerza que ha cogido la iniciativa", ha declarado a Europa Press Carles Valencia, padre de un niño de P4.

"Nunca el dinero invertido en educación es un gasto. Los políticos hablan de cambiar el modelo productivo o de mejorar los resultados del informe PISA y luego recortan", ha afirmado Blasi.

Las aportaciones de profesores, padres y alumnos quedarán reflejadas también en un manifiesto que entregarán este viernes en la Subdelegación del Gobierno y en los servicios territoriales de Educación de la Generalitat.

Los padres han argumentado que se oponen a que "las entidades financieras sean rescatadas con dinero público mientras los servicios considerados básicos, entre ellos la educación, uno de los pilares de nuestra sociedad, se ven afectados".