Los pagos flexibles y más becas salvan a los colegios mayores

Pilar R. Veiga.

Madrid, 22 ago.- Las listas de espera para acceder a una plaza en los colegios mayores hoy son historia y han sido sustituidas por la flexibilización en los pagos y el aumento de becados, ya que estas tradicionales residencias para universitarios, públicas y privadas, no han sido ajenas a la crisis.

"La media de ocupación de los colegios mayores en el conjunto del Estado fue del 92 % el curso pasado" y la cifra es menor en capitales pequeñas o con menos tradición universitaria, asegura a Efe Mikel Aramburu, miembro de la Comisión Permanente del Consejo de Colegios Mayores de España y director del Colegio Mayor (CM) Biteri de la Universidad de Mondragón (Guipúzcoa).

Aramburu reconoce el aumento de las dificultades de algunos residentes y sus familias para hacer frente a las cuotas, por lo que la mayoría de colegios -en España hay alrededor de 250- llevan a cabo "una flexibilización de los pagos y aumentan el número de becas directas que conceden a los estudiantes".

Daniel Arenas, administrador general del CM Moncloa (Madrid), comenta que se llegan a hacer "planes adaptados" por la "cercanía" con el colegial y que se intenta resolver los problemas "con antelación".

En cuanto a las becas, se suelen conceder sin contraprestación, aunque hay casos -explica Aramburu- en los que el residente se hace responsable a tiempo parcial de alguna tarea del funcionamiento de su colegio.

Arenas señala que para las becas se buscan patrocinadores y, aunque no son muy cuantiosas individualmente, pueden llegar en conjunto a 30.000 euros al año.

Respecto a la posibilidad de bajar los precios, "no es tan sencilla", dice el director del CM Biteri, pues la mayor parte de sus instituciones fundacionales no tienen ánimo de lucro, sino que "pretenden dar un servicio a la comunidad universitaria".

Además, en los últimos años estas residencias han ajustado "enormemente" los márgenes por el aumento del coste de la vida y, según Aramburu, a corto plazo una bajada de precios "podría poner en riesgo la viabilidad de algunos".

Especialmente en un momento en el que las familias optan porque sus hijos estudien en universidades de su provincia para no abandonar el domicilio y hay "una tendencia individualista" a vivir en pisos y no sujetarse a horarios o a convivir con quien no has elegido, según Arenas.

Alojarse en un colegio mayor puede costar, por ejemplo, 880 euros al mes en el CM Chaminade de Madrid, 717 euros en el CM Albayzin de Granada o 574 euros en el CM Pedro Cerbuna de Zaragoza (hay que añadir 10 % de IVA).

Su competencia se puede descubrir en las webs de alquiler de pisos para estudiantes, ya que en el barrio madrileño de Moncloa se anuncian inmuebles para ellos de dos habitaciones por 750 euros/mes o en Santiago de Compostela una vivienda de 5 dormitorios por 700 euros/mes.

Aramburu defiende la razón de ser de los colegios mayores por dar una formación extracurricular complementaria a la que se recibe en las universidades y más cuando por la crisis éstas dejan de lado ese ámbito, a pesar de que es "una de las piedras angulares del Plan Bolonia".

En la web de este Consejo -organismo que representa a 125 colegios mayores y 17.000 estudiantes en 30 ciudades- se afirma que son "centros universitarios que, integrados en la Universidad, proporcionan residencia a los estudiantes y promueven la formación cultural y científica de los residentes, proyectando su actividad al servicio de la comunidad universitaria".

Aramburu concluye: "vivir en un colegio mayor es una experiencia enriquecedora en todos los sentidos".

En el CM Moncloa notan que en los últimos años los residentes son más responsables con sus estudios y enfatizan que "una forma de vida en convivencia familiar y un conjunto de actividades periódicas componen un ambiente que, si una persona está dispuesta a aprovecharlas, acelera los tiempos de la maduración".

Y Nuria Domenech, que reside desde hace tres años en el CM Aldaz (Barañáin, Pamplona), destaca que en los colegios mayores "te centras más" en los estudios, convives con universitarios de distintas carreras y procedencias, puedes contar con material didáctico e incluso tienes la confianza de saber dónde acudir si tienes algún problema. EFE

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