Los pediatras piden cambiar cápsulas de detergente porque parecen "chuches"

Madrid, 29 ene.- El Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones no intencionadas en la Infancia de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha advertido hoy de la "peligrosidad" de las cápsulas de detergente líquido que se comercializan para el lavavajillas y la lavadora, porque recuerdan a las "chucherías".

La organización solicita, en un documento, que se modifique su presentación por tratarse de productos de "gran atractivo" para los niños por sus colores "vivos y brillantes", además de peligrosos, ya que están rodeados por una película plástica que puede deshacerse fácilmente vertiendo el detergente concentrado.

"Estas cápsulas pueden producir intoxicaciones muy graves en los niños asociadas a su ingesta o por el contacto con las mucosas", indica.

Según los resultados de varios estudios, como el publicado en Pediatrics o en Archives of Disease in Childhood, las cápsulas de detergente pueden producir lesiones por ingestión y por contacto con la piel o con los ojos, como irritación de mucosas, edema pulmonar, coma y, en algunos casos, fallecimiento.

De hecho, los productos de limpieza suponen, por detrás de los medicamentos, la segunda causa de lesiones accidentes en los niños por intoxicación o envenenamiento.

La capacidad de las cápsulas de disolver rápidamente el detergente provoca que si un niño lo muerde o se lo introduce en la boca, de forma instantánea se derrame el contenido que, al ser líquido, actúa de forma inmediata.

Los pediatras alertan del riesgo adicional que tienen estos productos en su presentación ya que, al comercializarse en colores vivos, brillantes y con apariencia y tamaño similar al de los caramelos y "chucherías", son "aún más atractivos" para los niños.

Si bien en el etiquetado de estos productos consta la recomendación de "mantener fuera del alcance de los niños", obligatoria en todos los productos potencialmente tóxicos, en las cápsulas de detergente líquido esta advertencia no es suficiente para evitar los daños.

La AEP recuerda a los fabricantes la obligatoriedad de cumplir la legislación específica del comercio de detergentes y limpiadores destinada a evitar que el niño se sienta atraído por ellos.

La normativa señala literalmente que "no se permiten productos que tengan una forma, un olor, un color, un aspecto, una presentación, un etiquetado, un volumen o un tamaño, tales que sea previsible que los consumidores, en particular los niños, los confundan con productos alimenticios y por ello los lleven a la boca, los chupen o los ingieran".