Desde primeras horas de la mañana, grupos de hombres y mujeres acudían a un lugar de Mina, cerca de La Meca, para cumplir con el último ritual, lanzar piedras a tres estelas que simbolizan el diablo según la tradición musulmana.
Las fuerzas de seguridad dirigían a la muchedumbre. En ese mismo lugar, una estampida provocó el jueves, según las autoridades saudíes, 717 muertos y 863 heridos, en la peor tragedia durante el hach desde 1990.
El ritual de la lapidación, iniciado el jueves, en el primer día del Eid al Adha (Fiesta del sacrificio), está previsto que dure tres días, pero los fieles pueden concluirlo en dos.
Después de la lapidación, los peregrinos dan vueltas alrededor de la Kaaba, una construcción en forma de cubo en el centro de la Gran Mezquita hacia la que se orientan los musulmanes para rezar cinco veces al día. Luego se van de La Meca.
El hach es uno de los cinco pilares del islam que los fieles deben cumplir al menos una vez en la vida si disponen de medios para hacerlo. Casi dos millones de fieles, de los cuales 1,4 millones extranjeros, han realizado este año la peregrinación.
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