Los Postigo-Pich, la gran familia española y europea del año que apuesta por la vida

    • José María y Rosa tienen 15 hijos y perdieron a otros tres, pero nunca bajaron los brazos. "Cada hijo es un regalo. Vale la pena volver a empezar", dice la mujer a Lainformacion.
    • Hoy hanobtenido el Premio Familia Numerosa Europea del Año por "suejemplo de lucha, afán de superación y apuesta por la vida".
Los Postigo-Pich reciben el premio.
Los Postigo-Pich reciben el premio.

Consumen 1.300 galletas, 249 litros de leche, 25 kilos de patatas y otros 25 kilos de carne al mes. Cada vez que van a la compra, si no lo hacen on-line, necesitan llenar cuatro carros, se organizan en dos turnos para desayunar y cenar y utilizan 96 rollos de papel higiénico cada 30 días. Pero, más allá de estas cifras y hábitos hogareños, representan un auténtico ejemplo de lucha y superación. Y también un homenaje a la vida. La familia española Postigo Pich, conformada por el matrimonio de José María y Rosa, y por sus 15 hijos, acaba de obtener el PremioFamiliaNumerosa Europea del Año, otorgado por la European Large Families Confederation (ELFAC), en colaboración con Novae Terrae Foundation (NTF).

Este galardón distingue a la familia numerosa europea que haya destacado por sus valores y "por contribuir a hacer una sociedad mejor". Los Postigo Pich han sido preseleccionados por un jurado europeo, junto a otras seis familias que habían sido presentadas por las Asociaciones de Familias Numerosas de diversos países. Finalmente ha sido la elegida como "ejemplo de lucha, afán de superación y apuesta por la vida".

Hoy han recibido de manos del ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso una escultura que representa a una familia numerosa y un cheque por valor de 5.000 euros, cantidad con la que estaba dotado este premio. Ellos lo han donado íntegramente para el desarrollo de proyectos sociales en favor de las familias numerosas europeas, según ha informado la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN).Temple y esperanza

Su historia resume como pocas la esperanza y el temple contra la adversidad. La primera hija de José María y Rosa nació con una cardiopatía severa. Aunque los médicos le dieron solo tres de vida, falleció en 2012, a los 22 años de edad, tras haberse graduado y acabado un Máster. Los otros dos hijos siguientes fallecieron del mismo problema, uno a los 10 días y otro en su primer año y medio de vida.

Fue así que los médicos les desaconsejaron tener más hijos, pero ellos no bajaron los brazos. Decidieron seguir adelante con su proyecto de vida y su deseo de tener una familia muy grande. Actualmente, con 15 hijos, José María y Rosa son quienes cuentan con más descendientes en edad escolar de toda España y probablemente también de todo el continente. Del resto de descendientes, ocho padecen la cardiopatía antes mencionada, razón que les llevó a promover una fundación dedicada a la investigación sobre esta dolencia llamada "Menudos corazones". De este modo, el matrimonio siguió apostando por la vida."Vale la pena volver a empezar"

En diálogo con Lainformacion, Rosa comenta que el premio los tomó por sorpresa. "Ojalá sirva para estimular a muchos a que formen familia y a que tengan hijos. La gente me pregunta cómo ser feliz. Y yo les respondo que vale la pena volver a empezar. La vida es un servicio. Nosotros apostamos por la vida. Cuando los médicos nos recomendaron no tener más hijos, decidimos seguir luchando. Quisimos luchar por la vida, porque cada hijo es un regalo", asegura.

Rosa es autora del libro 'Cómo ser feliz con 1, 2, 3... hijos', del que hoy ha regalado un ejemplar firmado al ministro Alonso. Y también ofrece junto a su marido charlas de orientación familiar. "Afortunadamente el libro ya ha sido traducido a siete idiomas. La gente me consulta cómo educar y ser feliz. Yo les digo que se puede hacer mucho. Seguimos colaborando con el Hospital San Juan de Dios por el tema de las cardiopatías y dando charlas. Hay que enfrentar la adversidad", comenta.

Respecto de la "logística" que requiere la casa, al ser tantos, dice risueña: "Tenemos que organizarnos por turnos para desayunar y cenar. Y, si a fin de mes falta jamón en la nevera, tendremos que conformarnos con picadillo. Los niños deben saber que en determinados momentos debemos adaptarnos a lo que hay".

Para los desplazamientos, "el tema se torna más complicado. Nos haría falta un minautobús, pero la Ley no permite más de 9 plazas en furgonetas. Los niños van al colegio solos, aunque los políticos deberían contemplar situaciones como la nuestra. Pero eso, al fin y al cabo, es lo de menos. El mensaje que quiero dejar es que se puede si hay voluntad de ser feliz", comenta. Pich pone como ejemplo a su pequeña Lola, de 6 años, que es una de las más pequeñas de la casa. "Ellan también tiene afecciones cardíacas, pero corre, hace atletismo. Y nosotros la respaldamos en todo".

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