Los psiquiatras no pueden alertar de que un piloto padece una depresión peligrosa

    • Sólo el psiquiatra del centro de evaluación médica de pilotos de vuelos comerciales autorizado tiene la obligación legal de alertar de una depresión peligrosa de uno sus examinados.
    • Que el afectado no comunique una baja médica a la aerolínea es considerado un hecho muy grave que puede suponer la retirada definitiva de la licencia de vuelo.
El copiloto del A320 de Germanwings siniestrado el miércoles, Andreas Lubitz.
El copiloto del A320 de Germanwings siniestrado el miércoles, Andreas Lubitz.
Andrés Torres

Más allá de la masacre perpetrada en los Alpes por Andreas Lübitz, la depresión del copiloto del vuelo de Germanwings ha abierto numerosos interrogantes sobre la depuración de responsabilidades que permitieron que el joven alemán de 28 años se hiciera con el control de una aeronave en un estado mental peligroso.

De acuerdo con Francisco Pinies, miembro de la vocalía técnica del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas, sólo el examinador, en este caso un psiquiatra, del centro de evaluación médica aereonaútica acreditado tiene la obligación legal de alertar a la compañía de que uno de sus empleados no está en condiciones de ocupar su puesto de trabajo o de que padece algún tipo de dolencia que pudiera poner en peligro a tripulación y pasajeros.

Y no sólo por problemas de salud mental como la depresión o patologías más graves como la paraonia o la esquizofrenia, sino también, por ejemplo, por obstáculos derivados de una intervención quirúrgica, enfermedades arteriales, cardiacas o coronarias, o incluso por el hecho de que el trabajador esté tomando medicamentos en su tratamiento que pudieran provocar somnolencia.

"El profesional médico es quien tiene la última palabra para declarar a un profesional 'no apto' para volar", resume, atendiendo en el caso concreto de Lübitz a determinar qué grado de depresión padece el afectado y si éste es suficiente para tramitar una baja o, en los casos más graves la retirada de la licencia de vuelo.Una cuestión deontológica

Asimismo, tal y como precisa a lainformacion.com, la Doctora Rubio Arazuri, médico psiquiatra con más de 40 años de ejercicio de la profesión, en el caso de Andreas Lübitz nos adentramos de lleno en el terreno de la deontología profesional y la ética. Aunque precisa que la Ley de Protección de Datos y la confidencialidad médico paciente les ampara a la hora de no comunicar una patología peligrosa de alguno de sus pacientes, considera que si éste "ejerce una profesión de riesgo" un profesional debe notificarlo a las autoridades pertinentes.

En este sentido, Rubio expone un caso práctico. "Uno de mis pacientes esquizofrénicos se jactó en mi consulta de llevar una pistola a todas partes. Me vi en la obligación de informar a la Policía por lo que pudiera pasar", relata. Así las cosas, más allá de determinar una baja laboral por motivos médicos, en España un profesional de la Seguridad Social -o del sector privado- no tiene ninguna obligación legal de notificar las razones clínicas que la han impulsado. No obstante, la información fluye en sentido contrario si el piloto está adscrito a una mutua médica interna de la propia aerolínea, aunque añade Pinies "cada una tiene sus propias normas".

Sin embargo, en el caso de los pilotos, tal y como apunta el portavoz de SEPLA, ocultar información médica a tu propia aerolínea es un hecho muy grave. "No hablamos de tapar un catarro", puntualiza. No comunicar una baja médica "de impacto" que suponga una ausencia de varios días puede suponer no sólo el despido fulminante de la compañía aérea, sino la perdida definitiva de la licencia de vuelo. "En situaciones de estas características, la transparencia resulta fundamental", aclara.Un posible cuadro paranoide

La Doctora Rubio Arazuri ha expresado a este diario sus dudas acerca de que Andreas Lübitz padeciera una mera depresión. En este sentido, argumenta que un paciente depresivo tiende a a maltratarse a sí mismo, no a hacer daño a los demás. En este caso, la reciente ruptura sentimental del empleado de Germanwings podría haber desatado una paraonia durmiente - un "todo el mundo se confabula contra mí" según la psiquiatra- en el copiloto de la aeronave estrellada en los Alpes.

"La rabia patológica es indicativa de delirios paranoides, la paraonia está en la calle, latente, y siempre estalla en momentos de crisis", explia la doctora. Esto podría explicar que Lübitz sorteara los controles médicos pertinentes a los que se someten los pilotos de vuelos comerciales.

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Por su parte, Francisco Pinies explica que el primer examen médico al que se somete un piloto es considerado más importante. "Frente a la primera visita, en las revisiones médicas ya existe un historial médico y una trayectoria profesional precedentes que a priori proporcionan una relación de confianza", argumenta.

Este experto en seguridad aérea, utiliza un símil policial en base al concepto de 'trazabilidad' de la persona. Si el sujeto que se somete a examen tiene, como es el caso de Lübitz de 28 años, pocos antecedentes, es más difícil detectar algún riesgo asociado a una enfermedad mental o estado emocional. La doctora Rubio se suma a esta tesis para asegurar que una persona tan joven "no está plenamente formada intelectualmente" lo que induce al error a la hora de descubrir cualquier problema.

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