Los seísmos del mar de Alborán reducen las posibilidades de un gran terremoto

    • "Sería una gran sorpresa que se produjera un gran seísmo en los próximos años", explicaJose Antonio Aparicio Florido, presidente delInstituto Español para la Reducción de los Desastres.
    • Aclara que las réplicas se producen porque tras el temblor del lunes "la tierra se está recolocando" y no parará de moverse hasta que no encuentre un punto de equilibrio.
Registradas unas 250 réplicas del terremoto del mar de Alborán
Registradas unas 250 réplicas del terremoto del mar de Alborán

El terremoto del pasado lunes que azotó el sur de España y el norte de África, sigue provocando réplicas que se han dejado sentir este miércoles en las costas malacitanas llegando hasta magnitudes de 4,7. Aunque estos temblores son, en teoría, una buena noticia tal y como explica Jose Antonio Aparicio Florido, presidente del Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD) a Lainformacion.com.

Según aclara Aparicio, los seísmos que se vienen produciendo en las últimas semanas en el mar de Alborán están liberando energía en la presión que se produce por el choque de las placas continentales euroasiática y africana, lo que significa que la probabilidad de que se produzca un gran terremoto seguido de un maremoto disminuye considerablemente. "Sería una gran sorpresa que se produjera un gran seísmo en los próximos años", espetó.

Aparicio compara los movimientos de tierra ocurridos esta semana con unos terremotos que ocurrieron en el año 1080. En aquella ocasión el seísmo se dejó sentir en Málaga, Sevilla y Granada y después del terremoto principal las réplicas se siguieron notando varios días después."La tierra se está recolocando"

Algo parecido es lo que está ocurriendo esta semana que tras el primer movimiento de tierra del lunes se siguen notando pequeños terremotos. Aparicio explica que estos temblores se producen porque tras el seísmo del lunes "la tierra se está recolocando" y no parará de moverse hasta que no encuentre un punto de equilibrio estable.

Aunque el presidente no descarta la posibilidad de que esto pueda ocurrir, "no se sabe muy bien cada cuantos años se va a producir un terremoto en el mar de Alborán", explica.

Pronosticar los movimientos de tierra que se van a producir es muy complicado, por ello, lo único que se puede hacer ante esta perspectiva es prevenir los posibles daños. Desde los años 90 España cuenta con una normativa que regula la adecuación de las edificaciones que se construyen por todo el país al riesgo sísmico de cada zona.

Sin embargo, los edificios anteriores a esa fecha no cuentan con la protección adecuada lo que podría provocar la caída de los mismos. "Los edificios construidos con la nueva legislación aguantarán, los edificios más antiguos tendrán dificultades", aclara el presidente de IERD quien añade que la adecuación de estas edificaciones al nuevo plan es complicadísima y que prácticamente la única solución es "tirarlos y volverlos a hacer".Alejarse de las fachadas de los edificios

Desde el IERD recomiendan ciertas formas de actuar ante un temblor de grandes dimensiones para evitar en la medida de los posible víctimas mortales o heridos. Aparicio advierte que lo más recomendable en caso de temblor es quedarse dentro de un edificio si la personas ya está dentro o quedarse fuera si la personas está fuera.

En caso de que el individuo se encuentre en la calle deberá además alejarse de las fachadas de las construcciones, ya que, las estructuras suelen resistir el embite y son sólo las adornamentaciones exteriores las que pueden desprenderse y caer a la calle. Es lo que ocurrió en el terremoto de Lorca de 2011 donde las nueves víctimas mortales fallecieron por el desprendimiento de cascotes de las edificaciones.

Aunque la manera de actuar en caso de que se produjera un maremoto es ligeramente distinta. La recomendación de Aparicio es la de una vez pasado el movimiento de tierra subir a una primera o una segunda planta de un edificio para alejarse lo máximo posible del nivel del mar. Advierte que una ciudad como Cádiz donde un tsunami arrasó la localidad en 1755 sería imposible de evacuar ya que las carreteras de salidas se sitúan al nivel del mar, por lo que la ola gigante podría arrasar en cualquier momento la vía durante la evacuación.

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