Tegucigalpa, 28 may.- Miles de maestros del sector público de Honduras paralizaron hoy sus labores en todo el país y exigieron en las calles de Tegucigalpa y en la norteña ciudad de San Pedro Sula que el Gobierno "sea puntual" en el pago del salario a los docentes.
El presidente del Colegio Profesional Superación Magisterial Hondureño (Colprosumah), Edwin Oliva, dijo hoy a periodistas que el Gobierno "no le ha cumplido a la mayoría de los maestros" con el pago del salario mensual correspondiente a mayo.
"Hoy no hay clases en todos los niveles del sistema educativo en protesta porque el Gobierno no nos ha pagado", indicó Oliva, quien aseguró que "el magisterio sigue siendo víctima de la anarquía".
Más de 2,5 millones de niños y jóvenes dejaron de recibir clases hoy por el paro de unos 61.000 maestros que trabajan en el sistema educativo público de Honduras, que reciben un salario mensual promedio de 350 dólares.
Por su parte, el presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), Óscar Recarte, afirmó a periodistas que al menos 9.400 maestros no han recibo el salario mensual durante varios meses, sin precisar detalles.
La protesta en Tegucigalpa, que partió de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán hasta el Instituto de Previsión del Magisterio (Imprema), fue organizada por varios colegios magisteriales que responsabilizan a la Secretaría de Finanzas de que no hayan recibido el salario mensual de mayo y otros meses un grupo menor de docentes.
Las autoridades "han venido calendarizando fechas de pago, pero no han cumplido y los profesores están cansados de esperar", sostuvo Recarte.
El ministro de Finanzas, Héctor Guillén, explicó a periodistas la víspera que el atraso en el pago de salarios a los maestros obedece "a la depuración en las plantillas", las que según el alto funcionario, son un "desorden" por irregularidades administrativas cometidas por los mismos educadores.
Guillén señaló que no se puede seguir en "este desorden, que al final solo afecta a los niños que dejan de recibir clases".
El ministro de Educación, Marlon Escoto, por su parte, dijo hoy en rueda de prensa que las acciones de los maestros "no responden a los intereses de la educación de los niños y jóvenes, porque los maestros les niegan el derecho a la educación".
Agregó que el problema del sistema educativo público de Honduras es que hay "una mezcla entre el gremialismo y lo político".
Los maestros "han mezclado la política y el gremialismo como base fundamental, han olvidado la figura de que el docente es el que tiene la responsabilidad de formar en las aulas al niño y al joven para la sociedad", declaró Escoto, quien aseguró que "no se les deducirá el día no trabajado".
"Los días que se han perdido se van agregar al calendario académico", dijo Escoto al anunciar que el año escolar será ampliado hasta después de las elecciones internas de los partidos políticos que se celebrarán en Honduras en noviembre próximo.
Desde hace una década, los maestros hondureños gozan del Estatuto del Docente, que establece su régimen salarial y profesional y, además, que deben dar 200 días de clases al año, que casi nunca se cumplen por los constantes conflictos en el sector. EFE
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