Manuel García Viejo, el hombre al que Africa ha enseñado a vivir con humildad

    • En 2012 hizo las bodas de oro de la pertenencia a la Orden de San Juan de Dios.
    • El hospital de Lunsar de Sierra Leona fue fundado hace 45 años

El hermano Manuel García Viejo junto a un paciente en Lunsar (Sierra Leona)
El hermano Manuel García Viejo junto a un paciente en Lunsar (Sierra Leona)

El Gobierno se enfrenta a otro caso Pajares, esperemos que con más suerte en la piel de otro héroe de Ébola, Manuel García Viejo, que a sus 69 años dirige el Hospital San Juan de Dios en la cudad de Lunsar, una de las zonas más afectadas por el ébola en estos momentos. Viejo ha dado positivo en las pruebas de ébola y ha pedido volver a casa a luchar contra enfermedad que mata a la mitad de los que la contraen.García Viejo es médico especialista en medicina interna y diplomado en medicina tropical, y pertenece a la OHSJD desde hace 52 años, dedicando los últimos 30 a trabajar en África. Desde hace 12 años es el director médico del Hospital San Juan de Dios en Lunsar. Sierra Leona, junto con Guinea Conakry y Liberia son los tres países más afectados por el virus.

Manuel lleva más de treinta años dando su vida por los más necesitados en Africa. El confesaba en la revista de su Orden que allí, en medio de la pobreza y de todos los pesares en esas tierras había aprendido a vivir la vida día a día, a saber lo que realmente significa ser humilde.

Su hospital, modesto, ha salvado muchas vidas y es la tabla de salvación para más de 150.000 personas. Su lema tras algunos fracasos es claro: No hemos venido a salvar al mundo, sino a aportar nuestro pequeño esfuerzo a favor de esta gente". Viejo ha aprendido mucho de los que nada tienen sobre todo a la hora de enfrentarse a la vida: "Viven el día a día, disfrutan del presente sin preocuparse mucho por el futuro. No necesitan grandes cosas y tienen unos lazos con la familia muy fuertes. Son felices y religiosos, pero más que nada, tienen una capacidad de sufrimiento fuera de lo común. Por mal que lo pasesn "no pierden la sonrisa".

Viejo confesaba a sus compañeros de la revista que mientras tuviera salud allí seguiría, ayudando y aprendiendo. Ahora pide volver a casa para luchar contra el ébola. Y si lo gana seguro que vuelve en busca de esas sonrisas.

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