Más de 10.000 personas contemplan la Pasión de Jesucristo en Castro Urdiales

  • Castro Urdiales (Cantabria).- Más de 10.000 personas, según la Policía Local, han abarrotado hoy las calles de Castro Urdiales y han podido revivir las últimas horas de la vida y la Pasión de Jesucristo en una edición, la vigésimo sexta, en la que la climatología se ha reconciliado con los actores y el público.

Más de 10.000 personas contemplan la Pasión de Jesucristo en Castro Urdiales
Más de 10.000 personas contemplan la Pasión de Jesucristo en Castro Urdiales

Castro Urdiales (Cantabria).- Más de 10.000 personas, según la Policía Local, han abarrotado hoy las calles de Castro Urdiales y han podido revivir las últimas horas de la vida y la Pasión de Jesucristo en una edición, la vigésimo sexta, en la que la climatología se ha reconciliado con los actores y el público.

Este año, al contrario que el pasado, la meteorología ha respetado a los cerca de 600 actores que han retrocedido casi 2.000 años para encarnar y dar vida a los testigos y protagonistas de la Pasión de Cristo, y al público, que ha podido ver sin problemas las más de cuatro horas de representación.

En 2009, la persistente lluvia estropeó por completo el desarrollo de la Pasión, que tras múltiples interrupciones y muchas lamentaciones del público y los actores, tuvo que suspenderse en el momento culminante de la crucifixión de Jesucristo.

Sin embargo, en esta edición, la meteorología ha querido recompensar a todos los participantes, a quienes ha respetado durante toda la representación, que ha comenzado a las 10.30 horas en la explanada de la Iglesia de Santa María.

Allí han tenido lugar las dos primeras escenas, correspondientes a la Última Cena y a la oración de Getsemaní en el denominado Huerto de los Olivos, donde también se ha producido el traicionero beso de Judas y el prendimiento de Jesucristo.

A continuación, la acción de la obra se ha trasladado al interior de la Iglesia de Santa María, donde se han escenificado las negaciones del discípulo Pedro y el juicio del Senado judío (o Sanedrín), en el que la causa de Jesucristo quedó ya vista para sentencia.

Tras estas escenas, y ya fuera del templo, se produjo el arrepentimiento de Judas y el primer y segundo juicio del entonces gobernador de Judea, Poncio Pilato, al Rey de los Judíos.

El posterior juicio del rey Herodes a Jesucristo, correspondiente a la sexta escena, ha sido el único momento teñido de cierta comicidad y ha servido para, en parte, liberar la tensión instalada en el gesto de un sobrecogido público, al que le quedaba por presenciar la parte más dura de la Pasión.

Sin embargo, esta escena fue sólo un paréntesis en una representación que estuvo, como corresponde, cargada de dramatismo, como cuando Jesucristo fue azotado por los centuriones romanos y, atado a un madero, iniciaba su camino hacia el monte Gólgota.

Como en anteriores ediciones, las calles del casco viejo de este municipio han sido testigo de los gritos de dolor de Jesucristo, de sus caídas y de los azotes que le propinaban sin piedad los soldados romanos, en un vía crucis que llegó a su punto cumbre con el levantamiento de la cruz.

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