Más de cien solicitantes de asilo en huelga de hambre en Papúa, según una ONG

  • Más de cien solicitantes de asilo realizan una huelga de hambre en el centro de detención que Australia tiene en la isla Manus, en Papúa Nueva Guinea, según denunciaron hoy activistas, pese a que las autoridades lo niegan.

Sídney (Australia), 14 ene.- Más de cien solicitantes de asilo realizan una huelga de hambre en el centro de detención que Australia tiene en la isla Manus, en Papúa Nueva Guinea, según denunciaron hoy activistas, pese a que las autoridades lo niegan.

El portavoz de la Coalición de Acción por los Refugiados, Ian Rintoul, dijo que los inmigrantes se niegan a comer y a regresar a sus dormitorios y que al menos uno de ellos se ha cosido los labios, en un comunicado citado por la agencia AAP.

La protesta contra el trato recibido en ese remoto centro habría comenzado el martes por la mañana después de que se cortara el abastecimiento del agua.

Rintoul alertó de que "las amenazas de los guardias de seguridad de enviar a los agentes de la policía papú para dispersar a los solicitantes de asilo a sus dormitorios solamente han aumentado el temor y la tensión en el centro de detención".

Un portavoz del Ministerio de Inmigración australiano, en cambio, calificó los hechos como una "protesta pacífica" y negó que los inmigrantes realicen una huelga de hambre, en declaraciones a AAP.

La protesta tendría lugar después de que según la prensa local varios internos destruyeran la cocina principal en una revuelta el fin de semana, un incidente que el Ministerio de Inmigración también desmiente.

El mes pasado cuatro solicitantes de asilo se cosieron los labios en protesta por el trato recibido en uno de los pabellones del centro de Manus, mientras que un iraní de 33 años se encuentra hospitalizado tras hacer huelga de hambre durante 16 días.

Australia comenzó a principios de siglo una política consistente en detener en alta mar a inmigrantes indocumentados que intentaban alcanzar las costas australianas y enviarlos a centros en terceros países, para que tramiten desde allí sus peticiones de asilo.

Esta política ha sido criticada repetidas veces por la ONU y organizaciones como Amnistía Internacional.

Muchos de los inmigrantes que viajan hasta Australia han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros que han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohingya, de Birmania, o bidun, de la región del Golfo.

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