Más de tres millones de musulmanes inician mañana los ritos finales del Hach

  • Arabia Saudí espera recibir a partir de mañana a más de dos millones de musulmanes procedentes de todo los rincones del planeta en el inicio de los ritos culminantes del mes de la peregrinación anual a los santos lugares de Medina y La Meca o "hach".

Riad, 3 nov.- Arabia Saudí espera recibir a partir de mañana a más de dos millones de musulmanes procedentes de todo los rincones del planeta en el inicio de los ritos culminantes del mes de la peregrinación anual a los santos lugares de Medina y La Meca o "hach".

En declaraciones a Efe, Samil Yamil al Qershi, presidente del Comité Nacional de la Peregrinación, recalcó que a esos dos millones de fieles se unirán alrededor 1,2 millones de peregrinos saudíes y de residentes extranjeros.

Además, se espera que lleguen hasta las ciudades cuna del Islam otro número indefinido de personas que no portan la autorización que los responsables saudíes conceden a los fieles para que cumplan con uno de los llamados cinco pilares de la religión islámica.

"Habrán también infiltrados, pero desplegamos esfuerzos para impedir que entre en la ciudad y acosen a los peregrinos", subrayó Al Qershi.

Por su parte, el Departamento de General de Pasaportes de La Meca informó en un comunicado difundido por la agencia saudí de noticias SPA que en los últimos días han rechazó la entrada de casi 89.000 personas que intentaron entrar de manera ilegal a la ciudad situada en el oeste de Arabia Saudí.

Por su parte, el jefe de las fuerzas encargadas de mantener la seguridad durante la peregrinación, general Naser bin Saud al Arfash, advirtió a la ciudadanía y a los residentes extranjeros de que no está permitido ayudar a los indocumentados a entrar a los santuarios de Medina y La Meca.

En ese sentido, Al Arfash remarcó en declaraciones a Efe que "se aplicarán severas sanciones contra quienes cometan ese tipo de infracciones".

También adelantó que se ha creado una nueva unidad para impedir el ingreso de peregrinos ilegales, y recordó que sus agentes se desplegarán en todos los accesos y caminos que conducen a las ciudades santas.

Asimismo, el responsable agregó que las fuerzas de seguridad han recurrido a "la ayuda de mujeres para colaborar durante la peregrinación".

El miércoles, el príncipe heredero saudí y ministro del Interior, Nayef bin Abdulaziz, ya anunció en rueda prensa que su país concluyó todos los preparativos y está preparado para recibir a un "gran número de huéspedes".

"Los recursos del país están centrados en impedir que los peregrinos sufran ningún daño", destacó el príncipe, que también es presidente de la Comisión Suprema de la Peregrinación.

La peregrinación a las ciudades santas de La Meca y Medina es, junto as la profesión de fe, la limosna, el rezo y el ayuno durante el mes sagrado de Ramadán uno de los cinco mandamientos del Islam.

Todo musulmán está obligado a realizarla al menos una vez en su vida, siempre que disponga de la salud y de los recursos económicos necesarios.

El próximo sábado, está previsto que los peregrinos suban por la falda del monte Arafat, donde el profeta Mahoma pronunció su último sermón, y permanecerán allí hasta la puesta de sol antes de dirigirse a la localidad vecina de Muzdalifa, donde pasarán la noche.

En este lugar, recogerán guijarros para lapidar el domingo tres monolitos de piedra que simbolizan las tentaciones del diablo, en el tercer día de la peregrinación mayor.

Para garantizar la seguridad en esta etapa se ha construido una cuarta planta en el llamado "puente de Yamarat", a fin de evitar avalanchas humanas como las ocurridas en 2004 y 2006, que se cobraron cientos de vidas.

Este puente lo utilizan los fieles para desplazarse en masa a Muzdalifa y recoger allí las piedras.

Tras el lanzamiento de las piedras al diablo, los creyentes se dirigirán a la "Kaaba", donde darán siete vueltas alrededor para cumplir con el ritual.

La "Kaaba", un edificio cuadrado donde los musulmanes sitúan el centro del mundo, es para el islam la primera construcción en la Tierra y en su interior se guarda la "piedra negra", que los mahometanos consideran un pedazo desgajado del paraíso.

Según la tradición islámica, sus cimientos fueron levantados por Adán y el edificio por Abraham, con la ayuda de su hijo Ismael, hijo de la esclava Agar, de quien los musulmanes se consideran descendientes.

Después, los peregrinos se cortarán el pelo y sacrificarán corderos para iniciar la Fiesta del Sacrificio o Aid al Adha, una de las principales festividades islámicas.

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