La Paz, 3 abr.- Los médicos bolivianos cumplieron hoy una semana en una huelga indefinida contra un decreto del presidente Evo Morales que aumenta su jornada laboral de seis a ocho horas, mientras que el Gobierno decidió contrarrestar la huelga con profesionales que ofrecen atención ambulatoria.
La huelga es acatada "de forma contundente" por 50.000 médicos y enfermeras de hospitales estatales y de seguridad social en todo el país para exigir la anulación del decreto, dijo a Efe el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Alfonso Barrios.
El dirigente dijo que aumentar dos horas más a la jornada laboral no solucionará los problemas del sistema de salud como la falta de infraestructura para mejorar la atención.
También argumentan que la jornada de seis horas, vigente desde 1970, es una conquista social a la que no renunciarán y acusan al Gobierno de no haberles consultado sobre la aplicación de la medida.
Los médicos, que solo atienden servicios de emergencia, protagonizaron hoy en La Paz una marcha de protesta, junto a estudiantes de medicina, y bloquearon calles del centro.
Los dirigentes del sector y el ministro boliviano de Salud, Juan Carlos Calvimontes, se han reunido para dialogar pero sin resultados.
Según Barrios, ante la negativa del Gobierno de anular el decreto, los médicos plantearon que se suspenda temporalmente su aplicación, en tanto se realiza un "estudio estructural" para mostrar la situación del sistema de salud.
Calvimontes anunció que para bajar el impacto de la huelga han puesto hoy en funcionamiento puestos de atención ambulatoria en calles, plazas, canchas y sedes sindicales.
El Gobierno también logró acuerdos con hospitales de la Iglesia católica, de organizaciones no gubernamentales y de la Policía para que atiendan a más personas.
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