La canciller alemana, Angela Merkel, en su tradicional discurso de fin de año en el que habló de los grandes retos a los que se enfrenta Alemania con la afluencia de inmigrantes que están cruzando sus fronteras. Merkel se mostró confiada de que el país es capaz de gestionar esta crisis y que, además, puede sacar beneficio.
"No hay duda, la afluencia de tanta gente va a suponer un gran desafío para nosotros", explicó. "Costará tiempo, energía y dinero, especialmente en lo que le respecta a la importante tarea de integrar en la sociedad alemana a los que se queden aquí permanentemente", continuó en un previo del discurso que se emitirá este jueves.
Merkel aseguró que Alemania debía aprender de los errores del pasado y advirtió que cualquier persona que quisiera instalarse en el país debe respetar los "valores alemanes, las tradiciones, el derecho y el idioma" porque, según explica, se trata de condiciones indispensables para alcanzar una buena convivencia que venga marcada por el respeto mutuo.
"Estoy convencida. Si lo hacemos bien, los grandes desafíos del flujo migratorio y de la integración de tantas personas son una oportunidad para el futuro porque tenemos un enorme compromiso cívico", espetó añadiendo que "un país siempre se beneficia de la inmigración exitosa".
Y es que, este año el país germano se ha enfrentado a una llegada de inmigrantes cinco veces mayor que la de 2014, el nivel más alto desde finales de la Segunda Guerra Mundial.
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