Merkel enfrentada a la extrema derecha alemana por la crisis de los migrantes

  • La canciller alemana Angela Merkel, abucheada por extremistas, prometió este miércoles luchar sin "tolerancia" contra los actos xenófobos en plena crisis migratoria europea, en tanto fueron encontrados cuarenta cadáveres en un barco de indocumentados en el Mediterráneo.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, invitó este miércoles en París a "los países de Europa y otras partes a demostrar compasión y hacer mucho más para resolver la crisis" migratoria, la más importante desde la Segunda Guerra Mundial.

Para enfrentar la situación, el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, llamaron en esta jornada a crear urgentemente "hotspots", centros de acogida y para diferenciar a los refugiados de los migrantes económicos.

Durante su visita al centro de acogida de Heidenau (Sajonia, este), Merkel denunció la violencia "abyecta" y "vergonzante" entre policía y extremistas durante el pasado fin de semana.

La canciller aseguró que no habrá "ninguna tolerancia" con las agresiones de la extrema derecha. "Hay que decirlo claramente: no habrá ninguna tolerancia para quienes cuestionan las dignidad de otras personas", dijo.

Merkel fue abucheada a su llegada al centro por unas 200 personas que corearon consignas como "¡traidora!" o "somos la jauría", en alusión al término usado por un miembro del gobierno para denunciar los actos xenófobos de la extrema derecha.

"Si el mayor número posible de personas pudiera decirlo claramente (...) en su trabajo pero también en conversaciones con parientes, amigos o en familia, seríamos más fuertes y mejores para enfrentarse a esta tarea", que consiste en acoger a los refugiados, añadió, después de una visita de varias horas al centro.

Pocas horas antes de esta visita de Merkel, otros dos nuevos incidentes contra centros de acogida de refugiados --un intento de incendio y una agresión frustrada-- se produjeron entre el martes y el miércoles en el este de Alemania, sin causar heridos.

Alemania está en primera línea en la crisis migratoria que afecta a Europa. El país espera unas 800.000 demandas de asilo en 2015, cuatro veces más que el año anterior.

Refiriéndose a los actos xenófobos en Alemania, el presidente del país Joachim Gauck criticó lo que denominó la "Alemania oscura".

Sin embargo, el 60% de los alemanes considera que el país tiene los medios de acoger a todos los refugiados, según un sondeo de la cadena ZDF del 21 de agosto. Por ello, la opinión pública considera chocantes los actos xenófobos contra los centros de acogida en Alemania.

Esta ola de xenofobia de grupos de extrema derecha se produce en momentos en que no cesa el flujo migratorio hacia Europa.

En esta misma jornada, frente a las costas libias, cuarenta cadáveres fueron hallados en la bodega de una embarcación con más de 430 migrantes que se dirigía hacia Italia por el Mediterráneo, informó la guardia costera sueca que realizó el rescate.

Los migrantes fueron socorridos por el barco sueco Poseidón, que forma parte de la operación Tritón que coordina la Marina militar italiana, al frente de las costas de Libia.

Un portavoz de la guardia costera sueca confirmó a la AFP que el Poseidón rescató con vida a 439 personas. Desafortunadamente se hallaron unos 51 personas muertas en la bodega, cuyos cadáveres fueron trasladados al buque sueco.

La crisis migratoria está desbordando a Italia y las operaciones de socorro se multiplican, según los servicios guardacostas. Éstos aseguraron a la AFP que están coordinando actualmente unas quince operaciones para salvar a más de 2.000 inmigrantes y refugiados.

El partido en el poder en Hungría -miembro de la UE- presentará ante el parlamento una propuesta para que el ejército ayude a contener el flujo de migrantes procedentes de Serbia, anunció este miércoles un dirigente de esa formación.

El gobierno quiere que "sea posible utilizar al ejército en tareas relacionadas con la defensa de fronteras y la migración", afirmó Szilard Nemeth del gobernante partido Fidesz, que encabeza la comisión parlamentaria de Seguridad Nacional.

El jefe de la policía húngara anunció que más de 2.100 agentes serán enviados a la frontera del país con Serbia.

Este mismo miércoles, la policía lanzó gases lacrimógenos para impedir que unos 200 migrantes salieran de un centro de recepción para refugiados en Roszke, localidad húngara fronteriza con Serbia, país no miembro de la UE.

Según la policía, muchos refugiados rehusaban que se les tomara huellas digitales. "La policía intenta calmar la situación, pero los migrantes siguen gritando" dijo un portavoz. La AFP constató no obstante que posteriormente se recobró la calma en el lugar.

El martes, un nuevo récord de 2.500 migrantes habían ingresado en Hungría -sirios, afganos, paquistaníes en su mayoría-, procedentes de Serbia, contra 2.000 la víspera. El país ha registrado 100.000 solicitudes de asilo desde enero y está construyendo una valla metálica para cerrar su frontera.

Por su parte, un viceprimer ministro checo llamó a "cerrar" la frontera exterior del espacio de Schengen para "defender" esta zona europea de libre circulación (26 países miembros), con la ayuda de la OTAN, provocando la ira de sus colegas en el gobierno.

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