México, cada vez más gordo

  • Las dietas grasas y los estilos de vida sedentarios están haciendomella entre la población mexicana, entre la más gorda del mundo

Manuel Uribe entró en el libro récords de los Guinness por su peso de 560.19 kilos. Monterrey, México, 2006. Luis Reyes | Reuters
Manuel Uribe entró en el libro récords de los Guinness por su peso de 560.19 kilos. Monterrey, México, 2006. Luis Reyes | Reuters
Luis Reyes | Reuters
Ioan Grillo | GlobalPost para lainformacion.com
Ioan Grillo | GlobalPost para lainformacion.com

Vestida con las prendas rojas tejidas a mano típicas de su pueblo natal y hablando en su lengua náhuatl, Pilar Blanco y su familia se sientan a cenar en lo que parece una ceremonia gastronómica centenaria. Sin embargo, cuando sirve la comida hay una gran diferencia respecto a la ceremonia tradicional: en lugar de tortillas y frijoles, la familia come sopas de fideos instantáneas, patatas fritas y gaseosa.

 

"Trabajo todo el día limpiando casas, y no tengo tiempo para cocinar, así que las sopas instantáneas son una gran ayuda", explica Pilar, sentada al lado de su marido y de sus tres hijos en su casa de hormigón a las afueras de la capital mexicana. Los cambios radicales en la dieta han llegado arrasando en México a lo largo de la última década, provocando con ello una explosión de obesidad. A medida que las familias tragan cada vez más comida procesada, hamburguesas y patatas fritas también acumulan los kilos que han convertido al país centroamericano en una de las naciones con más gordos del planeta.

Estudios del Departamento de Salud revelan que un asombroso 68 por ciento de los mexicanos adultos padecen sobrepeso, y que el 29 por ciento de ellos son obesos; justo por detrás de EEUU, en donde el 74 por ciento de los adultos son gordos y el 39 por ciento obesos. Tan solo las minúsculas islas-estado del Pacífico de Samoa y Tonga tienen poblaciones más pesadas.

Hay una preocupación especial sobre el aumento de peso entre los niños mexicanos. El gobierno de México D.F. anunció en agosto que un alarmante 35 por ciento de la población escolar supera la media de peso corporal recomendable. Para tratar de combatir esta tendencia el gobierno acaba de lanzar una campaña anti obesidad con eventos deportivos y publicidad sobre alimentación sana destinada a los más jóvenes.


La salud, una cuestión de peso

"Necesitamos que los jóvenes entendáis la importancia que tiene cuidar la salud y que el problema de la obesidad es preocupante en nuestro país", le dijo el responsable de Salud de México D.F. a los 1.000 niños que participaban en una carrera. "Sois el futuro de la capital, y necesitamos que evitéis tener enfermedades como diabetes o hipertensión". La campaña también ha intentado animar a los jóvenes a perder kilos participando en una multitudinaria coreografía con 11.000 bailarines de la canción de Michael Jackson "Thriller", que se celebró el 29 de agosto en la capital mexicana.

Los cambios dietéticos han ido produciéndose a medida que México ha pasado de ser una economía muy proteccionista a una economía extremadamente globalizada. Desde que México ratificó en 1994 el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) las importaciones de comidas procesadas y bebidas se han disparado. Por ejemplo, México consume ahora más productos de Coca Cola per cápita que ningún otro país en el mundo: un total de 635 botellines por persona al año. Este promedio es tres veces mayor que lo que se consumía en 1988.

De hecho, en muchos pueblos de las montañas y selvas de México es más fácil conseguir una botella de refresco que agua potable. Además de unas dietas más grasas, los cambios de estilo de vida también han incidido en los kilos de más adquiridos por la población. Cada vez hay más mexicanos que dejan los duros trabajos en el campo para trasladarse a las inmensas junglas urbanas, como la capital, con sus 20 millones de habitantes, o Tijuana, que crece a ritmo vertiginoso.


Millones de dólares en atención sanitaria

Hay también cada vez más coches. Los habitantes de México compran más de un millón de vehículos cada año. Además, debido a la ola de crímenes violentos, muchos padres obligan a sus hijos a quedarse en casa bajo su control en lugar de dejarle salir a jugar a la calle. Los propios policías han sufrido una epidemia de obesidad, lo que repercute en su capacidad para hacer que las calles vuelvan a ser seguras.

En agosto el Departamento de Seguridad Pública pidió a los policías que beban más agua, coman de forma más sana y hagan más ejercicio para proyectar así una imagen más sana.

El departamento incluso envió un equipo de 53 expertos para asesorar a los agentes en temas de pérdida de peso y para que practiquen deportes como el boxeo.

Al igual que en EEUU, las crecientes cinturas de los mexicanos están suponiendo una inmensa presión para sistema nacional de salud. Las enfermedades vinculadas a la obesidad cuestan miles de millones de dólares en atención sanitaria y horas de trabajo perdidas.

Las autoridades sanitarias están especialmente preocupadas  por la diabetes, puesto que algunos estudios genéticos indican que los mexicanos son particularmente propensos a esta patología.  "La vulnerabilidad a la diabetes nos viene tanto por la herencia india como a la española, así que en ese aspecto estamos condenados", afirma Amanda Gálvez, investigadora de la Universidad Autónoma de México. "Si seguimos comiendo del modo en que lo hacemos y no hacemos ejercicio, todos terminaremos teniendo diabetes", indica. Gálvez advierte además que las peores presiones al sistema de salud aún están por llegar. Muchas personas que padecen obesidad están empezando a alcanzar la madurez o la vejez, que es cuando se es más propenso a enfermedades incapacitantes.

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