Washington.- El Gobierno de facto de Honduras ha propuesto de nuevo ante la OEA, en Washington, que tanto el presidente Roberto Micheletti como el depuesto Manuel Zelaya renuncien al poder, que sería entregado a una tercera persona.
La propuesta, según informaron a Efe fuentes de la OEA, se presentó en un encuentro celebrado en Washington entre una delegación que representa al Gobierno de Micheletti, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Ante esta delegación, integrada por el empresario y ex candidato presidencial de la Democracia Cristiana Arturo Corrales, la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia Vilma Morales y el abogado Mauricio Villeda, Insulza reiteró que el planteamiento del organismo sigue siendo buscar una solución en el marco del Acuerdo de San José, según las fuentes.
Ese convenio, promovido por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, prevé el retorno de Zelaya al poder para que termine su mandato hasta el 27 de enero de 2010, recordaron las fuentes.
En concreto, el plan del Premio Nobel de la Paz de 1987 contempla la creación de un Gobierno de unidad y reconciliación nacional, encabezado por Zelaya, el adelanto de las elecciones, una amnistía para los delitos políticos y una comisión de la verdad y otra de verificación, entre otros aspectos.
El titular de la OEA ha dicho en varias ocasiones que no es aceptable que Zelaya regrese a su país sin que se le restituya en el poder.
La posibilidad de que Micheletti renuncie no es nueva, dado que ha sido plantada por él mismo en otras ocasiones, aunque con la condición de que Zelaya no regrese al país.
Tampoco es nueva la propuesta de la "tercería", que ya había sido planteada por el propio Micheletti a la misión de cancilleres que visitó esta semana Honduras para buscar una solución a la crisis en el marco del Acuerdo de San José.
Con la llegada de una tercera persona al poder, el titular del Gobierno de facto aceptaría el retorno de Zelaya, quien fue derrocado y expulsado de su país el pasado 28 de junio mediante un golpe de Estado, siempre y cuando éste renunciara a sus aspiraciones presidenciales, lo que significa que no podría terminar su mandato.
Según el artículo 242 del Capítulo VI de la Constitución de ese país, la persona que llegaría a la jefatura de Estado sería el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera.
En declaraciones a Efe, el ex embajador de Honduras ante la OEA Carlos Sosa rechazó enérgicamente el planteamiento de la "tercería", entre otras cosas porque, argumentó, Zelaya no podría renunciar a su cargo de presidente de Honduras.
La Constitución hondureña establece que los cargos de elección popular son irrenunciables.
De la misma manera, señala que en el hipotético caso de que una tercera persona se aceptara, el sucesor de Zelaya sería el candidato presidencial liberal, Elvin Santos, quien fue su vicepresidente hasta su renuncia en 2008, algo que, según Sosa, tampoco podía haber hecho acorde a la Carta Magna.
El Gobierno de Micheletti y sus representantes insisten en que lo ocurrido el pasado 28 de junio no fue un golpe de Estado, sino una sustitución constitucional, después de que el Parlamento cesara a Zelaya en su cargo por conductas en contra de artículos inamovibles de la Constitución.
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