Migrantes de todo el mundo suscriben una declaración para pedir libre circulación y derechos en los países de tránsito

  • "Es la corrupción la que nos empuja a emigrar, no la falta de recursos", denuncia una asociación DAKAR, 10 (de la enviada especial de Europa Press, Isabel Vega) Migrantes de todo el mundo han suscrito la 'Carta Mundial del Migrante', una declaración fruto del trabajo en red de organizaciones de expatriados en los cinco continentes que reivindica la libre circulación, el derecho a elegir el lugar de residencia y a gozar de protección social en los países de tránsito, como Marruecos o Mauritania, donde la estancia de quienes se dirigen a un destino más lejano se puede prolongar incluso años.

"Es la corrupción la que nos empuja a emigrar, no la falta de recursos", denuncia una asociación

DAKAR, 10 (de la enviada especial de Europa Press, Isabel Vega)

Migrantes de todo el mundo han suscrito la 'Carta Mundial del Migrante', una declaración fruto del trabajo en red de organizaciones de expatriados en los cinco continentes que reivindica la libre circulación, el derecho a elegir el lugar de residencia y a gozar de protección social en los países de tránsito, como Marruecos o Mauritania, donde la estancia de quienes se dirigen a un destino más lejano se puede prolongar incluso años.

Según ha explicado en una entrevista con Europa Press la coordinadora en Europa de la Carta Mundial del Migrante, Sarah Klingeberg, se trata de un documento "cargado de simbolismo" que viene a reunir las reivindicaciones de todas las personas que alguna vez, "por cualquier razón", han vivido en un país extranjero, y no sólo las de quienes emigraron por necesidades económicas.

El documento, que ha llevado más de cuatro años de negociaciones, se selló definitivamente la pasada semana en la isla senegalesa de Gorée, un símbolo de la diáspora africana, y ha sido proclamada durante el Foro Social Mundial que acoge la ciudad de Dakar y que en esta undécima edición, ha concedido especial protagonismo a las migraciones.

En concreto, la carta afirma que todos los migrantes deben tener reconocidos los mismos derechos que el resto de ciudadanos del país en el que estén instalados, aunque sea temporalmente, desde la educación, la sanidad y la participación política, hasta la protección social y las condiciones laborales, entre otros.

Klingenerg ha señalado que completada esta primera fase de elaboración y promulgación del documento, las organizaciones ahora discuten como abordar el siguiente paso del proceso: difundir el contenido. El objetivo es difundirlo a nivel global entre las poblaciones migrantes para fomentar que se asocien y vayan elevando la reivindicación desde sus comunidades hasta los gobiernos de los países en los que residen.POR LA LIBRE CIRCULACIÓN

En este proceso ha participado, entre otras muchas, la Organización por la Regularización de Todos los Sin Papeles, que trabaja en red entre Francia y distintos países africanos emisores de emigración para promover la libertad de circulación y frenar las políticas de deportaciones, por entender que "ningún gobierno tiene derecho a expulsar a ninguna persona".

Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press el coordinador de la organización, Sissoko Anzoumane, tras aclarar que de 17 años que residió en Francia, 13 lo hizo en situación de irregularidad. Este maliense apuesta por la presión de la sociedad africana sobre sus propios gobiernos, ya que es "la complicidad" de estos países la que hace posible tanto las restricciones como las expulsiones.

"Toda la Unión Europea tiene la misma política de inmigración. Mientras ellos expulsan a nuestros ciudadanos, los estudiantes malienses o senegaleses que quieren ir allí a formarse no consiguen un permiso, es imposible. Nos echan, no nos dejan entrar, pero ellos se pasean por aquí como por su casa, ni siquiera les pedimos un visado para entrar", denuncia.

Además, denuncia que estos países tampoco hacen demasiado por evitar que las poblaciones tengan que emigrar, ya que en su opinión, saben que países como Malí o Senegal "tienen recursos, riqueza y potencial económico, pero está muy mal repartida". "Es la corrupción la que nos está moviendo a emigrar, no la falta de recursos", añade.

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