Millones de musulmanes chiíes conmemoran hoy la festividad de Al Arbaín

  • Millones de musulmanes chiíes conmemoraron hoy en Irán la festividad de Al Arbaín, que marca el fin de los cuarenta días de luto guardados por la muerte del imán Husein, nieto del profeta Mahoma, en el año 680.

Teherán, 23 dic.- Millones de musulmanes chiíes conmemoraron hoy en Irán la festividad de Al Arbaín, que marca el fin de los cuarenta días de luto guardados por la muerte del imán Husein, nieto del profeta Mahoma, en el año 680.

Los iraníes más religiosos participan hoy en procesiones de duelo en las que se golpean el pecho o se flagelan con pequeños látigos la espalda, para mostrar su dolor por la muerte de Husein, tercer imán del chiísmo.

En Teherán, los penitentes marcharon al paso de los tambores y ofrecieron té y comida en tiendas improvisadas que fueron instaladas por toda la ciudad.

En las mezquitas se celebraron ceremonias y se recitaron elegías en recuerdo de Husein y sus 72 acompañantes, martirizados (muertos) en la batalla de Kerbalá (hoy en el actual Irak).

Según la tradición chií, Husein y sus seguidores murieron cuando trataban de liberar a los pueblos de la región de la tiranía del segundo califa omeya, Yazid Ibn Muawiyah, que les venció con artimañas (dejándoles pasar hambre y sed), con una fuerza muy superior de 30.000 hombres y mató a todo el grupo, incluidos los niños, entre los que se encontraba el hijo de Husein, de seis meses.

La batalla de Kerbalá marcó el cisma entre las confesiones suní y chií, las dos principales del islam.

Las calles de Teherán lucían hoy con blasones negros y verdes, y carteles en los que se lee "Ya Husein" y los nombres de los familiares del imán, en ceremonias similares a las de la Ashura, que se conmemoró el pasado noviembre y que recuerda el día de la muerte del imán, aunque menos numerosas.

Otra de las tradiciones que se sigue hoy es la de visitar a los vecinos y llevarles comida o dulces.

Además, cientos de miles de iraníes se desplazan a Irak en estas fechas para visitar la ciudad santa de Kerbalá, donde se encuentra el mausoleo del imán Husein, y donde las autoridades iraquíes han incrementado la seguridad para proteger a los fieles chiíes.

Según la cadena de televisión iraní Press TV, alrededor de quince millones de musulmanes chiíes han viajado este año a Kerbalá, al suroeste de Bagdad, para participar en la conmemoración.

Cerca de unos treinta musulmanes chiíes han muerto en los atentados registrados en Irak en los últimos días contra sus comunidades, ocho de ellos el pasado día 19 en el barrio de Latifiya, en el sur de Bagdad, y veinte más en otro ataque en el área de Dura, también en la capital.

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