Ministro israelí de Interior encarcela inmigrantes para "amargarles la vida"

  • El ministro israelí de Interior, Eli Yishai, aseguró hoy que la inmigración ilegal supone una "amenaza" para su país igual o mayor que el programa nuclear iraní y que su política consiste en encarcelar a sin papeles para "amargarles la vida" hasta que pueda deportarles.

Jerusalén, 16 ago.- El ministro israelí de Interior, Eli Yishai, aseguró hoy que la inmigración ilegal supone una "amenaza" para su país igual o mayor que el programa nuclear iraní y que su política consiste en encarcelar a sin papeles para "amargarles la vida" hasta que pueda deportarles.

"De momento planeo encerrarles. Esto puedo hacerlo sin la autorización de nadie. Lo hago por el bien del Estado de Israel. He pedido al Ministerio de Finanzas que aumente el presupuesto para construir más centros de detención y hasta que los deporte los mantendré encerrados para amargarles la vida", dijo en una entrevista con la edición digital del diario "Yediot Aharonot".

Para Yishai, partidario de expulsar del país a todos los sin papeles, "la amenaza de los infiltrados (inmigrantes ilegales) es al menos tan grave como la amenaza iraní", ya que no son judíos

"Culpo a los ministerios de Exteriores y Justicia, que no me están permitiendo deportar (a todos los inmigrantes en situación irregular). No han tomado una decisión valiente en beneficio del sueño sionista", señaló en referencia a que estos inmigrantes no son judíos.

El ministro, que lidera el partido ultraortodoxo sefardí Shas, anunció además que en las próximas semanas la Autoridad de Inmigración y Población "comenzará a arrestar eritreos y norsudaneses".

Se trata de un paso más en la política de dureza de Yishai hacia los alrededor de 60.000 inmigrantes africanos que viven en Israel en situación irregular y que las autoridades están repatriando.

El pasado junio, Israel comenzó la deportación de un millar de sursudaneses, tras una sentencia de un tribunal de Jerusalén que confirmaba el derecho del Gobierno a levantar el velo de "protección colectiva" que les aplicaba en los últimos años.

Yishai se refirió además a un caso de violación en Tel Aviv, obra presuntamente de un eritreo que había pedido asilo político, para justificar la necesidad de las expulsiones.

"Este caso muestra justamente lo problemático que se ha convertido el asunto de la seguridad personal en Israel. Tenemos que hacer que la gente se sienta de nuevo segura", señaló.

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