Movilización planetaria y máxima seguridad en París a un día de la gran conferencia del clima

  • Desde Australia, donde decenas de miles de personas manifestaron este domingo, hasta México, ciudadanos de todo el planeta salen a las calles para pedir un gran acuerdo contra el cambio climático, el objetivo histórico de una conferencia de la ONU que será inaugurada el lunes en París por unos 150 mandatarios, bajo extraordinarias medidas de seguridad.

Ante la prohibición de desfiles en la capital francesa, tras los atentados yihadistas del 13 de noviembre, que dejaron 130 muertos, las movilización más importantes corren a cargo de ciudades de Asia hasta las Américas, pasando por Europa y África.

Las condiciones para lograr un acuerdo en la denominada COP21, la conferencia sobre el clima de la ONU, están reunidas, aseguró el presidente de las negociaciones, el canciller francés Laurent Fabius.

Pero los habitantes del planeta más inquietos por la posibilidad de transformaciones irreversibles, como grandes sequías o el fin de los glaciares, optaron por no bajar la guardia durante el fin de semana.

"Protejan a nuestra casa común" pedía una pancarta en la marcha celebrada el sábado en la ciudad australiana de Melbourne.

Ecologistas se encadenaron al tren de la ministra alemana de Medio Ambiente que iba a salir desde Fráncfort hacia París ese mismo día, provocando el retraso del convoy.

La organización Greenpeace hinchó un globo aerostático ante la Torre Eiffel, y las organizaciones medioambientales preveían grandes desfiles en Seúl, Londres, Madrid, Río de Janeiro, Nueva York y México D.F.

La policía francesa denegó la entrada a unas 1.000 personas al país invocando medidas de seguridad, como parte del estado de emergencia que se decretó en el país tras los atentados reivindicados por el Estado Islámico (EI).

A pesar de ello, y de las detenciones de varios activistas, los parisinos y visitantes están convocados a una cadena humana que rendirá homenaje a los 130 muertos de esos atentados.

La COP21, a la que están acreditadas unas 40.000 personas de 195 países miembros, arranca de hecho a las 17H00 GMT este mismo domingo, un día antes de lo previsto, mediante una asamblea de negociadores que deben fijar sus procedimientos de trabajo en torno a un texto complejo y largo, que tiene más de 50 páginas en su formato actual.

Pero el momento estelar de esta cita en las afueras de París, en el centro de exposiciones de Le Bourget, es la inauguración a cargo de los jefes de Estado y de gobierno, el lunes, con el estadounidense Barack Obama, el ruso Vladimir Putin o la brasileña Dilma Rousseff entre otros.

Nunca hasta la fecha una cita medioambiental había congregado tantos mandatarios, señal del creciente grado de compromiso ante la urgencia del desafío.

Un total de 183 países han presentado compromisos de reducción de gases con efecto invernadero, algo sin precedentes, destacó el canciller francés, aunque faltan grandes productores de crudo como Venezuela.

La cita de París puede servir también para todo tipo de encuentros bilaterales en un mundo con sangrantes conflictos abiertos, empezando por la amenaza yihadista en Siria e Irak, que provocó esta semana un serio incidente entre dos teóricos aliados, Moscú y Ankara.

Los científicos advierten que si el planeta sufre un aumento de su temperatura media de más de 2º C de aquí a 2100, los efectos serán irreversibles.

Para no sobrepasar ese límite, para fijarse compromisos de reducción de emisiones de CO2, para acabar con la dependencia de los combustibles fósiles y para fijarse controles y ayudas mutuas, los miembros de la COP (conferencia de partes, en inglés) decidieron en 2011 que debían cerrar un acuerdo en 2015.

El acuerdo de París, si se logra, entraría en vigor en 2020.

"Las condiciones para que (la COP21) sea un éxito están reunidas, pero no está ganado de antemano", advirtió Fabius el sábado, al ceder simbólicamente a la ONU el centro de exposiciones de Le Bourget. El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, también dijo ser "optimista de que se llegará a un acuerdo",

Una vez los jefes de Estado y de gobierno abandonen París, los negociadores tienen hasta el sábado para entregar a Fabius un texto de compromiso.

A partir del lunes 7 empieza la recta final, con los ministros de cada país directamente involucrados en las negociaciones, que se cierran oficialmente el viernes 11.

La COP ha mantenido este año tres rondas negociadores en su sede en Bonn (Alemania) en la que las diferencias entre países ricos y en desarrollo han sido considerables.

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