MSF pide intervención internacional para frenar violencia en R.Centroafricana

  • Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió hoy a la comunidad internacional que intervenga para frenar la escalada de violencia en República Centroafricana y restablecer el nivel de seguridad necesario para acabar con el miedo en la población.

Ginebra, 18 feb.- Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió hoy a la comunidad internacional que intervenga para frenar la escalada de violencia en República Centroafricana y restablecer el nivel de seguridad necesario para acabar con el miedo en la población.

En un acto en Ginebra, la ONG acusó a la comunidad internacional de haber abandonado a la población centroafricana y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que despliegue un plan de ayuda humanitaria en el país.

"Somos testigos de atrocidades todos lo días en una catástrofe humanitaria que se desarrolla ante la indiferencia. No responder equivale a hacer una elección, consciente y deliberada, de abandonar a la población centroafricana", señaló en rueda de prensa la presidenta internacional de MSF, Joanne Liu.

A juicio de Liu, "no se está protegiendo lo suficiente a la población porque, si lo hiciéramos, creo que la comunidad musulmana no se vería forzada a dejar el país para salvar su vida".

La organización ha contabilizado unas 15.000 personas que se cobijan en hospitales, iglesias y mezquitas sin poder salir "por miedo a ser asesinadas por los grupos armados".

Ante el temor de algunas personas de salir de sus refugios para ir al hospital, MSF ha habilitado unidades de salud móviles para atender a los enfermos que no pueden acudir a los centros sanitarios.

Durante las últimas dos semanas, los equipos de MSF han visto a decenas de miles de musulmanes en Bangui, Baoro, Berberati, Bocaranga, Bossangoa, Bouca, Bozoum y Carnot huir o ser trasladados a los países vecinos en camiones por las fuerzas armadas internacionales, que se encuentran desbordadas.

"Los militares detienen a gente armada, la desarman y se enfrentan a la ridícula situación de que no pueden hacer nada con esa persona porque no hay justicia ni cárceles y se ven obligados a liberarla", explicó Liu.

El miedo a la persecución ha llevado a decenas de miles de civiles de todas las comunidades a huir a la selva, donde no tienen acceso a ningún tipo de protección o asistencia humanitaria.

Sólo en el aeropuerto de Bangui se encuentran refugiadas unas 60.000 personas que viven sin acceso a saneamiento, durmiendo a la intemperie y con escasez de alimentos.

Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones, existen unos 714.000 desplazados dentro del país, alrededor de 425.000 fuera de la capital y unos 289.000 repartidos entre 69 campamentos en Bangui.

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