
Un error que ha costado una vida. La mujer estadounidense, Timesha Beauchamp, murió el fin de semana pasado al no poder recibir la atención médica que necesitaba dos meses después de ser dada por muerta por error en una funeraria de Michigan.
Todo comenzó en agosto, cuando los empleados de la funeraria abrieron la cremallera de una bolsa en la que estaba el cuerpo de una mujer que tenía los ojos abiertos. ¿Cómo nadie se dio cuenta? Beauchamp sufría una discapacidad por la que no podía hablar. Una ambulancia trasladó a la joven a un centro de salud para ser asistida, pero su estado empeoró y entró en coma.

Los médicos han informado de su muerte dos meses después y el abogado de la familia ha denunciado que la mujer murió debido al "daño cerebral hipóxico", por ser privada de oxígeno durante las cuatro horas que permaneció encerrada en la bolsa de la funeraria.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios