Narbona dice que el pp siempre ha tenido "mala fe" con las desaladoras

La diputada socialista y exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona manifestó este jueves, ante la intención del Gobierno de paralizar el plan de plantas desaladoras iniciado por el PSOE, que el PP siempre ha demostrado "mala fe" respecto a dichas infraestructuras y va a tener ahora que justificar ante Europa el retraso en su puesta en marcha.
En declaraciones a Servimedia, Narbona dijo que el Partido Popular lleva intentando paralizar la construcción de desaladoras desde el inicio de la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, y "me temo que el Gobierno va a tener que explicar a la Comisión Europea las razones del retraso en la ejecución de muchas obras" de estas plantas.
Según la exministra, dichos trabajos "han sufrido todas las trabas imaginables, en muchos casos desde una evidente mala fe y un evidente obstruccionismo".
En ese sentido, recordó que ella misma tuvo que interponer un recurso ante el Tribunal Constitucional para poder comenzar la construcción de la planta de Torrevieja (Alicante), la mayor de Europa, y que en este momento se encuentra en su fase final, pero "muy al límite" del tiempo que da Europa para invertir los fondos destinados a esas instalaciones.
En su opinión, el Gobierno tiene ahora mismo un "problema serio" para justificar adecuadamente ante Bruselas los retrasos de ejecución de las desaladoras que, en gran medida, son responsabilidad suya porque "jugó a cuanto peor mejor". "Cuanto más se retrasaran esas inversiones, más defenderían ellos que la única alternativa era el trasvase del Ebro", añadió.
Además, Narbona señaló que las cifras reales que está dando el Ejecutivo sobre la cantidad de agua disponible en las plantas concluidas no son correctas. "Lo cierto es que muchas están terminadas, pero no se les pide agua porque hay alternativas que son más baratas. Con cuatro años de lluvia no ha faltado esa alternativa", explicó.
Para la diputada socialista, el problema va a surgir ahora cuando el periodo de sequía que ha comenzado lleve previsiblemente a que las desaladoras sean imprescindibles y tengan que funcionar al máximo para garantizar el abstecimiento como regadío.