Nepal, víctima olvidada del cambio climático

  • En la región Langtang del Nepal himalayo, cercano a la frontera conTíbet, sus residentes ven el impacto del cambio climático por todoslados: hay menos pastos, menos nieve y los enormes glaciares de colorgris comienzan a retroceder en las montañas. Y eso que Nepal es un país que produce muy pocas emisiones de CO2.
Los habitantes del valle de Kyangin Gompa al norte de Katmandú aseguran que el pasado invierno fue el primero que no nevó durante la celebración de su año nuevo en febrero.
Los habitantes del valle de Kyangin Gompa al norte de Katmandú aseguran que el pasado invierno fue el primero que no nevó durante la celebración de su año nuevo en febrero.
Gopal Chitrakar | Reuters
Anna-Katarina Gravgaard, Pulitzer Center on Crisis Reporting | Global Post para lainformacion.com
Anna-Katarina Gravgaard, Pulitzer Center on Crisis Reporting | Global Post para lainformacion.com

(Katmandú, Nepal). En junio pasado, salimos de Katmandú en jeep y pasamos tres días de excursión antes de llegar al glaciar más cercano. Nuestro guía, Damondon Pyakurel nos dijo que la pared de hielo frente a nuestros ojos había perdido 20 metros desde que la vio por primera vez hace 17 años.

El día siguiente lo pasamos a más de 4.000 metros de altura hablando con la gente local sobre los cambios de los que han sido testigos.Un pastor de yaks que ha tenido que seguir subiendo la montaña para que pasten sus animales, nos comenta que hay menos pasto a menores altitudes, y, por lo tanto, menos yaks en las montañas.

En un monasterio budista nos encontramos con Jhandu Lama, quien nos explica que en el verano ya no hay nieve en este lado de las montañas. Un hombre que supervisa la construcción de un centro comunitario en las cercanías añade que los glaciares no sólo han perdido tamaño desde que era niño sino que también han cambiado de color, de tonos azules y verdosos a un blanco roto.

En este lugar, nadie sabe porqué cambia el clima. Pero sospechan que tiene algo que ver con el medio ambiente, en especial con los numerosos excursionistas extranjeros que dejan basura en la montaña.

En ICIMOD, una ONG internacional que se dedica a la investigación en la montaña y la sostenibilidad, su director Madav Karki, tiene otra explicación. Apunta a las emisiones de CO2 y a los gases de efecto invernadero como la raíz del problema.

Nepal es uno de los países más pobres del mundo, con muy pocas emisiones propias. Con todo, es extraordinariamente vulnerable a los efectos del cambio climático: las temperaturas suben más rápidamente en los Himalayas que en el resto del mundo. Durante la última década, la temperatura promedio de Nepal ha aumentado 0,6 grados, en comparación con 0,7 grados a nivel global durante los últimos cien años.

Los científicos están preocupados por que el impacto en Nepal se extienda a toda Asia. Si los glaciares desaparecen, ríos históricos de la civilización como el Ganges o el Brahmaputra corren el riesgo de convertirse en ríos estacionales, lo que podría perjudicar severamente a millones de personas que viven de ellos.

Karki teme que las emisiones sigan aumentando a medida que crecen las economías de las dos superpotencias de la zona, China e India. Nepal tiene poca influencia para hacer oír su voz. En una reciente visita a India, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton insistió en que India tiene que llegar a un compromiso sobre la reducción de emisiones antes de que expiren las condiciones establecidas por el Protocolo de Kioto, en el 2012.

India y China aún tienen dudas y recurren al argumento de que, si se mide en términos de población, emiten muchísimo menos que Estados Unidos. Con todo, el sur de Asia es una de las zonas más vulnerables a las repercusiones del cambio climático.

Además de la amenaza continua del retroceso de los glaciares, una gran parte de la población, pobre y rural, se aglomera en las cuencas de los ríos donde es probable que aumente el ciclo de crecida debido al calentamiento global. Esto significa que sube el coste de adaptación al cambio climático.

"Los costes de adaptación son enormes", afirma David Grey, experto del Banco Mundial. "Sin embargo, en las conversaciones globales sobre el cambio climático, la prioridad de las naciones desarrolladas no se centra en cómo mitigarlo. La discusión se centra mucho más en controlar las emisiones de carbono, pero muy poco en entender las necesidades de adaptación de un gran número de personas. Los costes de adaptación en los ríos de los Himalayas llegarían a los cientos de miles de millones de dólares. Y nadie ha hablado nada de dinero. Existe muy poca conciencia de la envergadura del problema en el sur de Asia".

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