Managua, 21 jun.- Las autoridades de Nicaragua dijeron hoy que es poco probable hallar con vida a alguno de los 10 ocupantes del helicóptero militar que se desplomó el jueves, la mayoría miembros del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, incluido su jefe.
El Ejército nicaragüense informó en un comunicado que después de más de 24 horas de "intensa búsqueda" en el lugar del accidente, en el extremo noroeste del lago Xolotlán, "es poco probable que existan sobrevivientes".
Hasta ahora solo se han identificado los restos de uno de los ocupantes del helicóptero MI-17 de fabricación rusa accidentado, el coronel Mario Jirón, jefe de la base de reparaciones de la Fuerza Aérea.
Los equipos de rescate hallaron este viernes "partes de restos humanos" de los otros ocupantes, sin determinar su identificación, así como "partes del helicóptero siniestrado", y los familiares de las víctimas han sido informados de la situación, de acuerdo con la información oficial.
La operación de búsqueda se mantendrá, mientras que el Ejército indicó que se ha conformado una comisión para determinar las circunstancias del accidente, de la que hay varias versiones oficiosas, incluida una que dice que el aparato estalló en el aire.
"Cada vez es más difícil plantearse la posibilidad de encontrar a cualquiera de nuestros hermanos con vida", declaró a medios oficiales la primera dama y portavoz del Gobierno sandinista, Rosario Murillo.
El Gobierno nicaragüense se declaró este viernes de luto y se expresó conmovido por "la pérdida de estos hermanos", en uno de los peores incidentes de este tipo en la historia del país.
El vicepresidente de Nicaragua, general en retiro Moisés Omar Halleslevens, quien fue jefe de las Fuerzas Armadas, lamentó el accidente y visitó el cuerpo de Jirón en una funeraria de Managua.
La aeronave se accidentó ayer en la comunidad Cuatro Palos, en el municipio de La Paz Centro, provincia de León, 57 kilómetros al noroeste de Managua, según la información oficial.
Regresaba a Managua procedente del Polígono Nacional de Maniobra "El Papalonal", detrás del volcán Momotombo, donde se realizó una misión de control de adiestramiento de personal.
De acuerdo con la información del Ejército, además de Jirón viajaba en el aparato el coronel Manuel López, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Nicaragua.
También el coronel Eugenio Alfaro, jefe de operaciones y planes de la Fuerza Aérea y quien pilotaba el aparato, y el teniente coronel Ildefonso Hernández, jefe Inspectoría Aérea y copiloto.
Además en el aparato se encontraban los tenientes coroneles Aldo Herrera, jefe sección de armas de la Dirección de Operaciones y Planes del Estado Mayor General; Chester Vargas, jefe de Inteligencia y Contrainteligencia de la Fuerza Aérea; y Francisco Cruz, jefe sección de Personal y Cuadros de la Fuerza Aérea.
Los otros ocupantes eran el mayor Oscar Silva, técnico de aviación; el soldado Osmar Acosta, operador del grupo de artillería antiaérea de la Fuerza Aérea; y Cristhian López, contador financiero de esa institución, según los datos oficiales.
La institución castrense explicó que la tripulación de la aeronave informó de la necesidad de realizar un aterrizaje de emergencia y a continuación se perdió la comunicación.
Reportes de la prensa local señalaron este viernes que pobladores de la zona del siniestro encontraron restos de cuerpos humanos flotando en las aguas del lago de Managua o Xolotlán, sin que esa versión haya sido confirmada oficialmente.
En 1999, trece militares y 15 civiles murieron en un accidente aéreo registrado en la costa meridional del Caribe de Nicaragua, en un suceso considerado la peor tragedia de ese tipo ocurrida en el país centroamericano desde la guerra civil.
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