Ningún país está libre de la "esclavitud invisible" del trabajo doméstico, advierte la onu


Ningún país está a salvo de la "esclavitud muchas veces invisible" del trabajo doméstico, según ha advertido la relatora especial de la ONU sobre las formas contemporáneas de esclavitud, Gulnara Shahinian.
Para Shahinian, el trabajo doméstico puede conllevar "abusos de cualquier tipo", ya sea de índole física, emocional o sexual, según informó la ONU.
Por ello, Naciones Unidas insta a todos los estados a "hacer visible" la situación de estos trabajadores regulando todos los aspectos relacionados con su reclutamiento y las jornadas de trabajo.
Shahinian asegura haber conocido a mujeres que han vivido como sirvientas esclavas desde que nacieron y haber hablado con niños que fueron entregados a familias adoptivas y que luego fueron explotados como esclavos domésticos, en lugar de recibir cuidados y educación.
También se ha encontrado con trabajadores domésticos migrantes que tenían el sueño de ganar dinero en el extranjero para mantener a sus familias y que, por el contrario, sufrieron "explotación y humillaciones sin límites".
Shahinian considera que los trabajadores domésticos cuyos derechos humanos son respetados y protegidos ofrecen una valiosa contribución a la sociedad, ya que muchas veces permiten que los padres de familia equilibren sus responsabilidades profesionales y personales, pero adevierte de que millones de estos empleados sufren violaciones de sus derechos humanos.
Asimismo, Shahinian subraya que las víctimas de esclavitud tienen que ser tratadas como tales y no como transgresoras de las leyes migratorias o laborales, por lo que deben acceder a la protección y asistencia necesarias para su reintegración social, mientras que los causantes de los abusos deben ser juzgados.

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