Se las conoce como las 'novias yihadistas'. Son jóvenes, mujeres, europeas y se cuentan por cientos: en los últimos meses, Europa ha visto con alarma como chicas musulmanas, algunas adolescentes de corta edad, han cogido las maletas y han marchado a Siria, al territorio controlado por el 'Estado Islámico'. Se cree que hay cerca de 550 mujeres procedentes de diferentes países de Europa en el país, junto a 4.000 occidentales hombres, los muyahidines, que combaten por el grupo islamista.
A la vez que Europa observa atónita cómo sus propias ciudadanas marchan al EI, intenta buscar una explicación. Así, se ha apuntado a la idealización de los combatientes del grupo terrorista como un factor importante: pero ahora un informe de King's College London asegura que esta visión es demasiado simplista "y, sobre todo, incorrecta": sí, juega un factor, pero ni todas las jóvenes son iguales ni hay una única motivación por la que deciden marchar a vivir bajo la Ley Sharía.
Así, el informe ('Hasta que el martirio nos separe'), elaborado por el Instituto de Estudio de la Radicalización de King's College London y Strategic Dialogue, señala a la diversidad de factores que, combinados, pueden llevar a las jovenes a querer marchar a vivir bajo la ley islámica. No hay un perfil de mujer que tiende al radicalismo, señalan, por lo que no se podría intentar evitar una radicalización por edad, origen u otros factores de este tipo.Factores de empuje
Dentro de las razones por las que deciden marchar, el estudio apunta a factores de atracción y de empuje. Así, la situación en sus países y sus relaciones en las naciones occidentales influyen: sentirse aislada cultural o socialmente les empuja a cuestionar su identidad.
Son adolescentes, y cuestionan su identidad, algo natural en esta franja de edad. El factor añadido de pertenecer a una minoría étnica o religión les da la impresión de que son "distintas", especialmente si llevan el hiyab o niqab como símbolo de su fe.
Además, influye la creencia de que la comunidad musulmana está siendo perseguida. Y, por último, muchas viajan porque creen que la comunidad internacional no está haciendo nada para ayudar a los musulmanes.No son sólo 'esposas fieles'
Aunque el informe apunta a que el rol primario de las mujeres bajo el Estado Islámico es ser buenas esposas para los combatientes, verlas como un grupo sin papel es erróneo: juegan un rol muy importante, crucial, para la diseminación de la propaganda y para el reclutamiento de otras mujeres.
Así, además de ejercer de 'encargadas de propaganda', el Estado Islámico les ha reconocido en otros roles, llamando a que ejerzan su profesión de enfermeras o médicos. Atr
Y así, entre los factores de atracción no está primariamente el querer ser esposas y buenas madres yihadistas. El estudio señala a tres razones por las que quieren 'emigrar' al EI: primero, que creen tener un deber religioso para construir la utopía del Califato, dos, que están atraídas a la 'hermandad', a pertenecer a un grupo de mujeres que se apoyan. Y, por último, porque idealizan la experiencia que van a tener.
El estudio apunta a que la idea de crear un califato ha sido vital a la hora de atraer a las mujeres: ven en su deber algo vital para la 'construcción' del estado idealizado, ayudando a repoblarlo, por ejemplo.
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