Nuevas denuncias de torturas en un centro australiano para inmigrantes

Sídney (Australia), 4 nov.- Un solicitante de asilo denunció que él y otro compañero fueron torturados y obligados a retirar su declaración sobre el motín en febrero en un centro de detención australiano en Papúa Nueva Guinea que se saldó con la muerte de un interno, informó hoy la prensa local.

El inmigrante, de 20 años, también denunció agresiones físicas y amenazas de violación de los guardias de seguridad y el personal del centro, situado en la isla Manus, realizadas en unas instalaciones secretas llamadas Chauka.

"Necesitamos denunciarlo...realmente ya no me importa lo que pueda pasar. Si me quieren matar, amenazar o pegarme. Tengo que revelar la verdad" dijo el joven, identificado como Mike, a la cadena ABC.

El denunciante, que asegura padecer ataques de pánico y ansiedad a raíz de esos hechos, dijo que él y su compañero fueron trasladados a Chauka por protestar por los cambios sobre el uso de internet y los teléfonos en el centro de detención.

También dijo que además de sufrir maltratos fueron obligados a firmar unos documentos para evitar ser deportados.

El Ministerio de Inmigración negó que los denunciantes hayan sido sometidos a maltratos aunque anunció una investigación sobre de las denuncias.

El pasado 30 de septiembre, un grupo de senadores pidió una investigación para aclarar las denuncias de abusos sexuales contra mujeres y niños que presuntamente suceden en un segundo centro de detención que Australia tiene en Nauru.

Australia comenzó a principios de siglo una política consistente en detener en alta mar a inmigrantes indocumentados que intentaban alcanzar las costas australianas y enviarlos a centros en terceros países, para que tramiten desde allí sus peticiones de asilo.

Esta política ha sido criticada repetidas veces por organismos de la ONU u organizaciones como Amnistía Internacional.

Muchos de los inmigrantes que viajan hasta Australia han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria, y otros que han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohingya, de Birmania, o bidun, de la región del Golfo.