Número de indios muertos en conflictos por tierra en Brasil cayó a 53 en 2013

  • Los conflictos por la tierra en Brasil dejaron al menos 53 indios muertos el año pasado, por debajo de los 60 de 2012, según un balance divulgado hoy por el Consejo Indigenista Misionario (Cimi) de la Iglesia Católica.

José Antonio Bautista

Río de Janeiro, 17 jul.- Los conflictos por la tierra en Brasil dejaron al menos 53 indios muertos el año pasado, por debajo de los 60 de 2012, según un balance divulgado hoy por el Consejo Indigenista Misionario (Cimi) de la Iglesia Católica.

El documento "Violencia Contra los Pueblos Indígenas en Brasil 2013", elaborado a partir de denuncias, relatos de particulares, artículos periodísticos y datos oficiales, revela que 8.014 indios brasileños denunciaron haber sufrido el año pasado algún tipo de agresión a manos de las autoridades o la falta de asistencia médica.

Según el informe de 128 páginas elaborado por la comisión vinculada a la Conferencia Episcopal Brasileña, dos de cada tres actos violentos contra indios el año pasado tuvieron lugar en Mato Grosso do Sul, estado ubicado en la frontera de Brasil con Bolivia y Paraguay y con una importante población indígena, principalmente de la etnia guaraní.

En total, perdieron la vida en este estado 33 indios, mientras que otros 73 se suicidaron, en su mayoría de entre 15 y 30 años pertenecientes a la etnia guaraní-kaiowá.

En Brasil hay 896.917 indios que representan el 0,5 % de la población, según el último censo del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (2010).

El informe denuncia la paralización del proceso de delimitación de reservas indígenas por parte del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, así como los altos índices de mortalidad infantil, suicidio, casos de racismo y desatención sanitaria y educativa entre las poblaciones originarias de Brasil.

"El Gobierno brasileño adoptó un modelo de crecimiento basado en las exportaciones agrarias y dejó de lado a los pueblos indígenas", explicó a Efe Luiz Enrique Eloy, asesor jurídico del Cimi.

Según el informe, durante la Presidencia de Rousseff el Gobierno delimitó una media de 3,6 territorios indígenas al año (ninguno en 2013), la tasa más baja desde el fin de la dictadura militar en 1985.

Erwin Kräutler, obispo de Xingu y presidente del Cimi, criticó al Gobierno de Brasil por detener el proceso de delimitación de los 1.047 territorios tradicionales reivindicados por los indios en Brasil, lo que, en su opinión, ha supuesto un aumento de la violencia contra estos pueblos.

En 2013, el 38 % de las tierras reivindicadas por los indios fue delimitada por el Gobierno, aunque, según la Constitución, el Estado tendría que haber concluido esta tarea hace 21 años.

El documento detalla que el 98,7 % de las reservas indígenas reconocidas por las autoridades está en la llamada Amazonía Legal, un área que engloba a nueve de los 27 estados de Brasil y en la que habita el 38,3 % de los indios de Brasil.

El líder indígena Lindomar Terena dijo a Efe que "la violencia contra nuestro pueblo es resultado del descuido del Gobierno frente a los indígenas".

Terena, un destacado activista incluido en el programa de protección del Gobierno tras haber recibido varias amenazas de muerte por parte de terratenientes de Mato Grosso do Sul, denunció no tener "libertad ni para pasear con mi familia, pero la esperanza por una vida mejor siempre está presente entre nosotros".

La delimitación de las tierras tradicionales es una de las principales causas de los conflictos con los indios en Brasil, que se agravaron en los últimos años debido al fuerte crecimiento del sector agropecuario.

La ONU denunció en mayo pasado la violación de los derechos humanos y territoriales de los pueblos indígenas en Brasil y pidió el envío de observadores internacionales a las zonas de conflicto, así como la reanudación del proceso de demarcación de tierras antes de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas que organizará la Asamblea General del organismo a finales de septiembre.

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