Obama reclama a Irán "medidas concretas" tras las conversaciones de Ginebra

  • Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, reclamó a Irán que adopte rápidamente "medidas concretas" para demostrar su buena fe, tras el "buen comienzo" en las conversaciones de hoy entre Teherán y las grandes potencias en Ginebra.

"Las conversaciones son un buen comienzo, pero Irán debe dar pasos concretos", dice Obama
"Las conversaciones son un buen comienzo, pero Irán debe dar pasos concretos", dice Obama

Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, reclamó a Irán que adopte rápidamente "medidas concretas" para demostrar su buena fe, tras el "buen comienzo" en las conversaciones de hoy entre Teherán y las grandes potencias en Ginebra.

Una de estas medidas, subrayó, debe ser el acceso sin restricciones y en el plazo máximo de dos semanas de los inspectores del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) a la planta nuclear iraní de Qom.

Las declaraciones de Obama, en la Sala Diplomática de la Casa Blanca, se producían después de que los representantes de Irán y del G6 -EE.UU., China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania- se reunieran hoy por espacio de siete horas y media en Ginebra, en sus primeros contactos directos en 14 meses.

Dentro de estas negociaciones celebraron también una sesión bilateral de 45 minutos de duración el negociador iraní, Said Yalili, y el jefe de la delegación estadounidense, William Burns, "número tres" del Departamento de Estado.

Esta bilateral supuso los contactos diplomáticos al más alto nivel entre los dos países desde que se suspendieron las relaciones en 1979.

Hasta el momento, Washington ha acogido esas negociaciones con una cauta satisfacción, pero ha resaltado que la pelota está del lado de Irán, que tendrá que respaldar sus palabras con hechos.

La ronda de negociaciones de hoy se saldó con la promesa de Teherán de que permitirá el acceso de los inspectores internacionales a la planta de Qom y un compromiso para retomar las conversaciones antes de que concluya el mes, también en Ginebra.

En el encuentro se obtuvo un tercer resultado, el acuerdo para que una parte del uranio enriquecido de baja intensidad de Irán sea enviado a un tercer país, probablemente Rusia, para ser enriquecido a un grado más alto antes de ser devuelto al régimen persa.

A juicio del mandatario estadounidense, pasos como este último representan un ejemplo de las medidas concretas que Irán debe adoptar.

"Las conversaciones no pueden sustituir a las acciones", indicó Obama, quien en los últimos tiempos ha endurecido su mensaje hacia la República Islámica.

Si Irán opta por cumplir sus compromisos internacionales, tendrá un "camino abierto" para unas mejores relaciones con Estados Unidos y la comunidad internacional, pero si adopta tácticas dilatorias, tendrá que encarar las consecuencias, advirtió.

"Nuestra paciencia tiene un límite", insistió, en una alusión a las sanciones con que ha amenazado para fin de año si el régimen del presidente Mahmud Ahmadineyad opta por no cooperar.

Las conversaciones de hoy, indicó, representan "un comienzo constructivo, pero queda mucho trabajo duro por delante".

En un sentido similar se había manifestado previamente la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien opinó que los resultados de hoy han "abierto la puerta" a posibles progresos en el diálogo sobre el programa nuclear iraní.

En declaraciones desde Ginebra, representantes de la delegación estadounidense que hablaron bajo la condición del anonimato calificaron las conversaciones de "directas y francas".

La cita bilateral, revelaron, se centró en la propuesta para que un tercer país enriquezca el uranio iraní.

En concreto, hablaron sobre el reactor existente en Teherán que fabrica isótopos médicos, controlado por el OIEA y que sería el posible recipiente de ese uranio.

La propuesta, indicaron los altos funcionarios, prevé que el uranio iraní, enriquecido al 3,5 por ciento, se traslade a Rusia para enriquecerlo al 19,75 por ciento. Moscú, señalaron, ya ha dado su visto bueno.

Ese uranio se emplearía para la fabricación de combustible nuclear de uso en el reactor de Teherán, un papel que Francia ha aceptado.

La ventaja de este plan, según las fuentes estadounidenses, es que "reduciría de modo significativo la cantidad de uranio poco enriquecido iraní, que de por sí es fuente de preocupación en Oriente Medio y el resto del mundo".

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