Ochenta padres irán a prisión por impedir a sus hijas estudiar con sefardíes

  • Jerusalén.- Ochenta padres ultraortodoxos de origen askenazí -judíos del centro y este de Europa- se preparan para ingresar hoy en prisión por negarse a que sus hijas estudien en el mismo aula con niñas mizrahíes, de las comunidades judías del orbe árabe-islámico.

Jerusalén.- Ochenta padres ultraortodoxos de origen askenazí -judíos del centro y este de Europa- se preparan para ingresar hoy en prisión por negarse a que sus hijas estudien en el mismo aula con niñas mizrahíes, de las comunidades judías del orbe árabe-islámico.

Los progenitores se niegan a cumplir la orden del Tribunal Superior de Justicia, que les dio ayer un día de plazo para firmar un documento de aceptación de la sentencia emitida por la corte en abril para que la escuela Beit Yaakov en Emanuel (una colonia judía en la Cisjordania ocupada) deje de segregar a las niñas en las aulas según su origen.

Las cuarenta parejas empezaron ayer a buscar hogares de acogida en los que puedan quedarse sus alrededor de 250 hijos durante las dos semanas con los que el tribunal castigará a los que desobedezcan, informó hoy el diario Yediot Aharonot.

Se trata de seguidores de la secta hasídica Dinastía Slonim, que mantienen desde hace meses una batalla legal para que la escuela mantenga la segregación de las niñas, que se dividen en clases según su origen y cuyo contacto se evita por completo con una verja de separación en el patio y distintos horarios de recreo.

En abril, tras la orden de la justicia para que el colegio acabase con la segregación, los padres askenazíes decidieron dejar de enviar a la escuela a sus hijas, que desde entonces estudian en un centro no autorizado en un edificio adyacente.

Los jueces ordenaron entonces multar a los padres por cada día que las escolares no acudiesen a Beit Yaakov, pero estos no han pagado las multas.

Para los progenitores, la separación entre niñas askenazíes y mizrahíes no es discriminatoria, ya que se debe exclusivamente al distinto seguimiento que una y otra comunidad hacen de los preceptos de la Torá (el Pentateuco) y otras normas religiosas.

Los residentes askenazíes de Emanuel consideran que el seguimiento de los preceptos religiosos en sus familias es más estricto que el de los judíos procedentes del norte de África, motivo por el que no quieren que sus hijas se junten con las sefardíes.

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