Parlamento francés apoya la intervención en R. Centroafricana, con reservas

  • Todos los grupos parlamentarios franceses apoyaron hoy la intervención militar en la República Centroafricana para devolver la estabilidad al país, pero con reservas ante la falta de sustancial apoyo militar y financiero de la comunidad internacional.

París, 10 dic.- Todos los grupos parlamentarios franceses apoyaron hoy la intervención militar en la República Centroafricana para devolver la estabilidad al país, pero con reservas ante la falta de sustancial apoyo militar y financiero de la comunidad internacional.

"La decisión de comprometer a nuestras tropas es siempre grave" y "la unidad de la nación y de las fuerzas políticas es indispensable", declaró ante el hemiciclo el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, poco antes de la prevista visita del presidente, François Hollande, a Bangui tras la muerte de dos uniformados galos anoche una emboscada.

Ayrault compareció ante la Asamblea Nacional tras el despliegue de 1.600 militares galos, en virtud de una resolución aprobada la semana pasada por el Consejo de Seguridad de la ONU para apoyar a la misión africana MISCA, que cuenta ya con 3.000 uniformados sobre el terreno.

La Constitución francesa establece que el presidente puede decidir una intervención armada exterior, con la única obligación de informar a los parlamentarios en los tres días siguientes. Solo es necesario el voto parlamentario si quiere prolongar la operación más de cuatro meses.

Según Ayrault, la operación gala en la RC era necesaria para evitar el "reclutamiento de niños soldados, las exacciones, las ejecuciones sumarias y las violaciones" y los enfrentamientos entre distintos grupos religiosos como el grupo Séléka, que han causado al menos 400 muertos desde el pasado jueves.

"Francia no hace de gendarme de África, sino que asume sus responsabilidades y responde a la llamada de sus socios africanos", añadió el primer ministro, quien se refirió a la figura de Nelson Mandela y a su combate por la libertad para justificar la intervención francesa en ese país de algo más de 5 millones de habitantes y una superficie casi idéntica a la de Francia.

Aseguró, también, que las tropas francesas no tienen "vocación de permanencia" y que su repliegue comenzará cuando se haya puesto fin a los abusos sobre la población y cuando la MISCA pueda asumir el control de la seguridad.

"La desestabilización en África supone un riesgo para toda Europa", agregó Ayrault, que fue criticado por la oposición por no haber conseguido un apoyo significativo de la comunidad internacional y por el costo financiero de una misión que amenaza con prolongarse más de lo que quiere creer el Ejecutivo.

Más allá de la MISCA, el apoyo internacional se limita a los "medios aéreos" aportados por el Reino Unido, el compromiso de ayuda de Bélgica y la buena disposición de otros países europeos.

Estados Unidos, por su parte, ha destinado 40 millones de dólares y medios de transporte, mientras que la Unión Europea aportará 50 millones de euros a la MISCA.

Desde las filas de la conservadora UMP, primer partido de la oposición, Christian Jacob calificó la intervención como "noble" y "justa", pero se preguntó si es "realista" contar con una operación rápida en un país que "atraviesa lo que parece una guerra civil".

Reprochó al Gobierno y al presidente que no expliquen las verdaderas causas de la intervención en un "puzzle regional" con abundantes intereses para Francia.

"Francia no hace una política de buena voluntad, defiende sus intereses", dijo el parlamentario conservador en referencia a la séptima operación armada de Francia en la excolonia desde su independencia en 1960.

Jacob se preguntó, además, si París tiene capacidad financiera para mantener este ritmo de intervenciones en el extranjero, tras los cuatro meses de guerra en Mali al inicio de este mismo año para frenar el avance de los islamistas hacia la capital.

Respecto al papel que debe tener la comunidad internacional, Jacob subrayó que "es urgente crear un fondo europeo de solidaridad exterior" y auguró que los franceses tendrán que quedarse en la República Centroafricana durante un largo tiempo porque los Estados africanos no serán capaces de movilizar las tropas que han prometido desplegar.

Por ello, los conservadores pusieron dos condiciones para seguir apoyando la intervención: que Francia no actúe sola y que traspase "rápidamente la responsabilidad de mantener el orden a una fuerza internacional, y preferentemente africana".

Por su parte, el grupo Radical, Republicano, Demócrata y Progresista (RRDP) lamentó a través de Roger-Gérard Schwartzenberg que la actitud de Europa sea "particularmente decepcionante".

El comunista André Chassaigne subrayó que las motivaciones que llevan a Francia a intervenir en la región son económicas y políticas, no sociales, mientras que el centrista Jean Louis Borloo secundó la intervención porque "rara vez tantas circunstancias habrán justificado una operación militar de urgencia".

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